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A escasos 32 días del comienzo en Lima, Perú, de la Cumbre de las Américas, una pregunta ronda ahora mismo la mente de miles de personas. ¿Habrá Cumbre en ese país?
La reciente renuncia del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, ha puesto sobre el tapete la interrogante, según apunta el diario La Patilla.
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Con el tema de la presencia en el quórum de Donald Trump junto al gobernante cubano Raúl Castro, con la presunta "llegada a cómo de lugar" del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, a una cita en la cual ha sido vetada su presencia, este giro que ha provocado la renuncia de Kuczynski le ha agregado sal a la polémica.
El cónclave, que tiene entre sus magnos objetivos la integración entre los países miembros y la búsqueda de puntos comunes para el estrechamiento de lazos entre ellos, al menos en esta edición parece que será el más desunido de todos, tras lo revelado en las últimas horas.
De acuerdo con fuentes del diario venezolano, la mala nueva provocó una llamada desde Colombia a la Casa Rosada, en Argentina.
Juan Manuel Santos, un gobernante que busca desesperadamente pasar a la historia como el hombre que dio por terminados cruentos años de guerra civil en su nación, habría llamado a su homólogo argentino Mauricio Macri, sumamente preocupado por el destino de la reunión de líderes más importante de la región, que tenía entre sus objetivos condenar, delante de decenas de jefes de estado, al impopular maduro.
Sin embargo, ahora mismo, lo que menos preocupa es si Maduro va o no va, sino que haya reunión dónde "enjuiciarlo", y también quién va a dirigir la orquesta en Lima.
La Patilla apunta que la decisión de Kuczynski "podría darle un cierto respiro al régimen bolivariano al quedar en duda la realización de la Cumbre en la que el foco iba a estar puesto en la alarmante crisis venezolana."
Ahora mismo, Maduro pudiera estar dándose golpes en el pecho, como el más poderoso de los gorilas de la selva latinoamericana.
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