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Con motivo de las elecciones de este domingo en Cuba, la organización opositora Cuba Decide, convocó a los cubanos a no asistir a las urnas o a escribir la palabra plebiscito en las boletas, con el objetivo de anular la votación o al menos luchar contra la farsa electoral del castrismo, como lo anunciara Rosa María Payá.
La organización también anunció la observación de las votaciones para evitar irregularidades en el proceso electoral, cuyos resultados se discutirán en una conferencia de prensa este domingo a las 8:30PM. Sin embargo, la Seguridad del Estado lo ha dificultado con arrestos, vigilancia y represión.
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Rosa María Payá denunció en Twitter bajo el hashtag #FarsaElectoral que las autoridades han rodeado las casas de los observadores y les han impedido llegar a los colegios electorales.
A otros simplemente los han "escoltado" hasta los colegios electorales de sus municipios.
Marlene Ricardo, la representante principal de otro de los grupos opositores, la Comisión Cubana de Defensa Electoral (Cocude), también denunció su arresto y coacción por parte de las autoridades para que no asistiera a las votaciones, con la amenaza de ser encarcelada si se acercaba a algún colegio electoral.
La activista participaría de observadora en las elecciones de este domingo, como miembro de Cocude, al igual que Zelandia de la Caridad Pérez, quien denunció que: "Ahí están fuera de mi casa, esperando quizás a que yo salga para arrestarme porque ya vinieron aquí y me dijeron que no podía salir el domingo de mi casa; pero ese es mi derecho, así que vamos a ver qué pasa’’.
Cuba Decide también denunció el arresto del director de teatro Adonis Milán y de varios activistas que planeaban asistir como observadores. Otro también están siendo vigilados fuera de sus casas por la Seguridad, para evitar que salgan.
Eduardo Quintana, líder de la organización Peregrinos Éticos por Cuba, aseguró a Martí Noticias que su iniciativa para recoger firmas de cubanos que se comprometieran a no participar en las elecciones alcanzó la cifra de 10.000, con nombre, apellidos y número de carné de identidad de cada uno de los firmantes.
Quintana aseguró que mantienen protegida la identidad de los participantes para evitar las represalias del gobierno, o lo sucedido con el activista Oswaldo Payá, quien comenzó con esta iniciativa, y que harán llegar las firmas a un organismo internacional.
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