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Según el periodista oficialista cubano Manuel Henríquez Lagarde, en la Cumbre de Las Américas, que tendrá lugar el próximo mes de abril en Perú, "sectores de la ultraderecha y la mafia anticubana de Miami" esperan utilizar el escenario de la misma para intentar desacreditar la imagen de Venezuela y Cuba durante ese evento.
¿Otra vez la misma perorata? ¿No les alcanzan las neuronas a estos comunicadores revolucionarios (léase maniatados) para explicar alguna que otra razón verídica y concienzuda sobre el tema?
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Según Lagarde, hay una “agente” de la CIA llamada Rosa María Payá, hija del opositor Oswaldo Payá que, gracias a la financiación y entrenamiento de la CIA, debe jugar un papel protagónico en el nuevo show anticubano. Su “misión” es, entre otras cosas, desacreditar y boicotear el proceso electoral que tendrá lugar en Cuba el mismo mes de abril.
¿De qué proceso electoral habla este anticubano? ¿Del mismo que hemos visto durante más de 50 años y que todos sabemos adónde van a parar?
¿Desacreditar a quién? Es notoria la situación decadente, paupérrima y degradante que se vive en ambos países desde que instauraron el sistema comunista o, como modernamente le llaman, socialista.
Resulta contraproducente cómo Lagarde boicotea a la sociedad civil cubana residente en otros países defendiendo que la “verdadera”, la que agoniza en la Isla, viajará a la cita para darle una respuesta adecuada a esas provocaciones.
Refiere que los enemigos de Cuba, convencidos del fracaso de la oposición cubana, que se compone de falsos huelguistas, delincuentes y mitómanos que son los que irán a la Cumbre, reclutan noveles mercenarios como el caso del profesor de la Universidad de La Habana (¿no eran delincuentes?) Raudiel Francisco Peña Barrios, para defender y restaurar el capitalismo en Cuba.
Lagarde es un farsante. Este servil e hipócrita ser humano, quien se autoproclama verdadero ciudadano de la sociedad civil cubana miente descaradamente a la comunidad internacional.
¿Por qué si es tan digno cubano no plasma en su escrito que quienes van a la Cumbre por parte del régimen de La Habana son esos escogidos que, como él, despliegan falsedades a diestra y siniestra? Que acuden interesadamente a la cita continental solo por el hecho de tomar un avión, pagado por el régimen (sabemos que el cubano de a pie no puede costearse tal cosa) y de alguna manera “salir” de aquello y tener la oportunidad de traer cuanta pacotilla se encuentren en el camino. Sin contar que los mandamases les habrán prometido medallas y diplomas por los chillidos ridículos que muestren que ellos son la voz del verdadero pueblo cubano.
A él no le interesan los temas principales de la mencionada Cumbre, que son, la gobernabilidad democrática y la lucha contra la corrupción. Esos asuntos para él son letales y peligrosos. No le conviene mencionar que la Isla es un país esclavizado por el sistema comunista, sin derecho a la diversidad de partidos. Que su gobierno es un asesino de la democracia. Tampoco le cuadra decir que Venezuela, debido a su corrupción, corroe las instituciones y que las libertades y garantías individuales son cercenadas producto del autoritarismo implantado por el fallecido Chávez y continuado por Nicolás Maduro. ¡Al más fiel ejemplo cubano!
Para este ciudadano de cualquier parte es mejor mentir que mostrar la verdad. Igual le sirve la Cumbre próxima que el congreso latinoamericano de Botánica. Lo que le motiva son los pocos CUC que les regalarán cuando regresen. Eso, más la baratija. Total, como el régimen le financia todo, lo único que tiene que hacer es berrear desenfrenadamente y acalorarse frente a los que sí desean una Cuba democrática y libre de corrupción.
Salió astuto Lagarde. Si no tiene el boleto de avión, de seguro se lo dan con esa acción mercenaria de redactar falazmente desde su portal oficialista www.cubasi.cu. ¿Verdad Lagarde?
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