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El destino jurídico del artista plástico Alexis Leiva Machado, conocido como Kcho, depende del Raúl Castro. Según ha publicado Martí Noticias, el fiscal designado para el caso está esperando a conocer la decisión del mandatario cubano para saber si sobresee la causa (suspende el proceso judicial por falta de pruebas) o continúa adelante y propone una condena. O sea, la libertad o la cárcel para Kcho están en manos de Raúl.
El artículo 83 de la Constitución cubana establece que "ningún diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular puede ser detenido ni sometido a proceso penal sin autorización de la Asamblea o del Consejo de Estado si no está reunida aquella, salvo caso de delito flagrante". Por eso hay que esperar a escuchar lo que decide Raúl Castro antes de traspasar el poder en abril próximo. Ahora lo tienen más fácil porque Kcho ya no es diputado.
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Tras hacerse público el lado oscuro del artista fetiche de Fidel Castro y una de las voces más destacadas de la cultura oficialista cubana, Kcho fue eliminado de la lista de candidatos a la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde ocupaba un escaño como diputado por la Isla de la Juventud. Fuera del Parlamento, el artista pierde la inmunidad que le protegía hasta ahora y que impedía detenerlo o enjuiciarlo como a un ciudadano de pie.
Kcho estaría acusado de varios delitos, entre ellos, morosidad, insolvencia punible, incumplimiento de pago, abuso de autoridad y tráfico de influencias. No se le acusa de tráfico de drogas, pero sí de consumición y tenencia. Además, en su teléfono móvil se encontraron mensajes que demostrarían que incitaba a menores de edad a tener sexo con él a cambio de dinero. Suma así varios delitos más: ultraje sexual, proxenetismo y corrupción de menores. CiberCuba publicó en diciembre un vídeo en el que se veía a Kcho en una discoteca junto a una menor.
Ya en diciembre del año pasado, este portal desveló además la relación del artista con las drogas y las menores de edad. Para entonces Kcho se encontraba en un proceso de rehabilitación de su fuerte adicción a las drogas. Entró en "una casa de contactos" de la Seguridad del Estado para rehabilitarse después de presuntamente asestar una paliza brutal a su esposa, familia del fallecido líder castrista Armando Hart Dávalos. El incidente de violencia de género se dio, supuestamente, durante una de las crisis de abstinencia.
Martí Noticias, por su parte, asegura que Kcho se ha estado rehabilitando en el Centro de Salud Mental (CENSAM).
Hace tres años el fotógrafo de Kcho, Yuris Gabir Garrote, fue condenado a diez años de cárcel por narcotráfico. Supuestamente era él quien le suministraba los estupefacientes al ex diputado cubano.
Kcho mantendría una deuda millonaria con la empresa ETECSA porque desde 2014 su estudio de Romerillo daba wifi gratis a todo el mundo, pero el artista no pagaba las facturas.
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