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Hace ya unos cuantos años, una de esas noches que esperas con anhelo un programa televisivo que te saque de tus problemas, en este caso Punto G, protagonizado por Paula y Jorge Alí, y Heydy González, un joven actor interpretó de forma magistral a un brasileño que nada envidiaría a un protagonista de las novelas de O Globo.
Se trataba del reconocido humorista Iván Camejo, quien puso todo su talento en función de nuestra alegría. Hoy CiberCuba conversa con tan destacado comediante.
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¿Desde cuándo quisiste ser humorista? ¿Nació contigo?
Nací en Pinar del Río, el 24 de septiembre de 1973. Desde pequeñito me interesó el humor, la posibilidad de hacer chistes o crear escenas cómicas. Veía programas humorísticos que trasmitía la Televisión Cubana en los años 80 e imitaba a los personajes y escenas en la escuela cuando había alguna actividad.”
¿Grupos de teatro, actividades profesionales?
“De niño integré un grupo de teatro. Montábamos comedias, lo que resultó determinante en mi vida. Me cautivó, me atrapó. No dejaba escapar ninguna posibilidad de actuar.
“Junto a algunos amigos formé un grupo de humor en Pinar que se llamó ARMA-DVRA, con el cual representábamos a nuestra provincia en los Festivales de Aficionados.”
¿Cuándo te hiciste profesional?
“A principios de los 90 me fui a estudiar Filología en la Universidad de La Habana y allí tuve la suerte de tener como profesor de Arte a Eduardo del Llano, quien de alguna manera se enteró de que yo hacía humor y me conminó a hacer trabajos en una especie de Radio Base improvisada que hacíamos durante los días del plan 'la escuela al campo'.
“La Habana me abrió las puertas, me dio la posibilidad de conocer personalmente a muchos humoristas que solo habían llegado a mí por nombre. Y de pronto, estaba compartiendo escenarios con ellos. Experiencia magnífica.”
¿Y cuál fue el momento cumbre, ese que te abrió definitivamente el camino?
“Quizás el momento que definiría al humor como profesión en mi vida fue cuando se efectuó el Primer Festival 'Aquerrale' en 1993. Tomé parte entonces y obtuve el Premio en monólogo con 'Cocina al minuto' , una parodia del afamado programa televisivo de Nitza Villapol.”
No lo vi, pero supongo que por el año, pleno Período Especial, las recetas que ofrecía Nitza con picadillo de soya, proteína vegetal... pueden imaginarlo, ¿no? Y añado que el 'Aquerrale' siempre ha sido un vehículo utilizado por los humoristas para decir unas cuantas verdades, siempre bajo el manto de la risa y la comicidad.
A partir de ahí se funda el Centro Promotor del Humor. ¿Cómo ha influido en ti esa organización?
“Así fue. A partir de ahí fundamos el Centro Promotor del Humor y un año después, en el 1994, junto a Yoel Sánchez fundo el Humoris Causa, el grupo con el cual haría toda mi carrera profesional en Cuba.
“En el 95 sumamos a Omar Franco y entre los tres estrenamos la obra Marketing, que marcó una importante pauta en el humor cubano de esa década. Rompió récords de presentaciones, convirtiéndose en una obra muy polémica que ofrecía una crítica y sarcástica versión de la nueva realidad en la Cuba, donde se despenalizaba el dólar y comenzaba a surgir una clase social vinculada a los ingresos generados del turismo".
Tú dirigiste por varios años el Centro Promotor del Humor. ¿Qué saldo sacaste de eso?
“Muy positivo. Aprendí muchas cosas. Entre el 2003 y el 2011, como dices, dirigí el Centro Promotor del Humor, fui jurado del Festival Aquelarre y del Premio Nacional de Humorismo; organicé conferencias y eventos teóricos sobre el humor. Impartí cursos y talleres que contribuyeron a ayudar a la formación de nuestros comediantes.”
Siempre se ha dicho que es más fácil hacer llorar que reír ¿Es cierto?
“Siempre he pensado que el humor es un género con el que todos se divierten pero que casi todos subestiman. Muy pocos lo consideran como algo serio y difícil; otros lo ven como un peligro (con razón) y tratan de censurarlo (sin razón).
“El humor es una manera muy particular de ver y trasmitir la realidad o las circunstancias que nos rodean. En los medios de comunicación sufre una censura mayor, porque a los medios acceden una cantidad muy superior de personas, motivo por el cual están más controlados.
“El teatro, espacio reducido, más selecto, te permite ciertas libertades a la hora de tocar aspectos peliagudos. En la TVC, a pesar de seguir existiendo una censura bastante fuerte, desde hace unos años, se han podido hacer algunas cosas, pero casi siempre con los pequeños y cotidianos problemas del cubano, no con las causas esenciales que ocasionan esos problemas. El personaje del profesor Mentepollo inauguró esa tendencia, que ahora la continúa Pánfilo."
En estos momentos radicas fuera del país. Se te extraña en el ámbito humorístico cubano.
“En efecto, radico en Miami, donde escribo para la televisión. He escrito para el Happy Hour de Carlucho, TN3 de Carlos Otero, El Show de Alexis Valdés y también para espacios de teatro y la radio.
“Pero no abandono del todo al humorismo en Cuba. He estrenado dos espectáculos allí en los dos últimos años: Bajando que está nevando con Pagola la Paga y Cubanos en las nubes, con Kike Quiñones y Mentepollo.”
¿A quiénes consideras los mejores humoristas históricos de nuestro país?
“Entre ellos tiene un lugar cimero, Guillermo Álvarez Guedes, un cubano muy sencillo y honesto, que con su manera peculiar de contar las historias aún sigue siendo de los preferidos, tanto aquí como allá. En Cuba estuvo prohibido en los medios, pero todos los cubanos lo teníamos en nuestra casa. Son diferentes generaciones los que, a su manera, lo siguen.”
Ahora yo, que acabo de estar en Pensilvania, todos los días lo traía a colación cuando veía calles, parques, casas, autos, llenitos de nieve, que ni un paso se podía dar. Era único ese cubano inmenso.
“Existen otros que han contribuido a desarrollar una cultura del humor y la comedia en Cuba, pasando por Leopoldo Fernández o Candita Quintana en una época; Virulo y Carlos Ruiz de la Tejera en otra más cercana.
“Doimeadiós y Antolín en estos momentos. Cuba está repleta de excelentes ejemplos de humoristas. Algunos más que otros, claro está; algunos más mediáticos, otros más teatrales. Todos igual de importantes.”
Se habló de crisis en el humorismo. No estoy de acuerdo aunque, por supuesto, aquella época de Detrás de la fachada, Casos y cosas de casa, San Nicolás del Peladero, no existe. Prácticamente sólo tenemos a Pánfilo y la nueva versión (idéntica) de Pateando la lata.
“Yo no estoy de acuerdo con que haya crisis. Desde hace años existe la tendencia de poner las cosas en crisis. Se habla de crisis de la música, de la literatura, de cualquier género o manifestación cultural.
“Yo creo que en cada época han coexistido cosas buenas con malas. Grandes artistas al lado de gente improvisada. Y eso es lo que sucede con el humor cubano.
“Si uno toma los peores ejemplos se puede hablar de una crisis del humor, pero si das la vuelta al rostro y ves a los buenos, te das cuenta de que tal crisis no existe. Siempre ha habido y hay un grupo grande de creadores, dentro o fuera de Cuba, que se mantienen haciendo una obra importante.”
¿Ejemplos?
“Pues, no puedo dejar de mencionar a algunos, tanto dentro como fuera de Cuba. Esos que siguen poniendo en alto el nombre de nuestra cultura. Pienso en Alexis Valdés como uno de los más universales humoristas que ha dado Cuba; en Pepe Pelayo y su trabajo incansable con el humorismo; en Ramón Fernández Larrea, Virulo, Pible, en muchos otros para los cuales el humor sigue siendo una razón de ser.'”
Yo conozco a Iván personalmente en una actuación que ofreció en Miami, pero a veces lo veía en el Latino, pues como muchos actores y cantantes siguen a un equipo de béisbol o le gustan los deportes
“Pues claro, practiqué voleibol desde los 12 años. Siempre fue mi deporte favorito. Jugué pelota, otra disciplina que siempre me gustó. Pero con el tiempo, mi interés se ha limitado a ser espectador.
“Me gusta ver sobre todo las transmisiones de los Juegos Olímpicos, en los cuales cualquier deporte me parece interesante al saber que los mejores del mundo están celebrando su fiesta.
“El fútbol americano me han dicho que es interesante pero no lo entiendo bien, así que prefiero la pelota y el básquet. Nunca he sido fanático de un equipo, aunque te confieso que sigo a mi Pinar. Muchas veces te vi en el Capitán San Luis y en el Coloso del Cerro.
“Le voy a Pinar esté como esté, pero al Latino iba por la excelencia del juego de los Industriales. Para mí el más grande pelotero cubano que haya visto es Omar Linares.”
Y del tan popular fútbol, ¿qué me dices?
“No soy ni del Barça ni del Real Madrid, los dos me parecen elencos excelentes. Pero fanático a ninguno. Sí quiero referirme a algo. Mira, como te dije yo he tenido la suerte de haber podido estrenar en mi patria dos espectáculos aún viviendo en Miami. Así como algunos actores y actrices han hecho televisión en uno y otro países.
“¿Por qué no hacer esto con los atletas? Ese vacío se siente en nuestro deporte. Son grandes errores que se seguirán cometiendo hasta que las personas que están a cargo posean el nivel o la capacidad intelectual para darse cuenta de que ese hermetismo sólo conduce a la ruina.”
¿Tu vida personal? Te veo con tu niña y la ternura traspasa la imagen.
“Una de las cosas más lindas que me han sucedido ha sido el nacimiento de mi hija, que es la única hembra de los Camejo. En mi familia todos somos varones. Te podrás imaginar cómo está mi mamá. Uno siempre oye decir que cuando tienes un hijo la vida te cambia, pero nunca calcula el alcance exacto de esas palabras.
“Es una experiencia que hay que vivirla, y yo la estoy viviendo, disfrutando cada minuto. Me siento feliz cuando me despierta en la madrugada aunque no me deje dormir. Creo que los hijos vienen a este mundo, entre otras cosas, a convertirnos en mejores personas, a hacernos ver la vida con una sensibilidad diferente. Me convierte en un ser humano pleno, feliz".
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