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La Habana, 21 dic (EFE).- Según anunció el vicepresidente y ministro de Economía cubano, Ricardo Cabrisas, la economía en la Isla creció un 1,6 % en el 2017, impulsada por el aumento del turismo y la construcción, tras registrar el año pasado la primera recesión en más de dos décadas (-0,9 %).
En este incremento de la economía han influido también los indicadores del transporte y la agricultura, a pesar de las "tensiones financieras y materiales" de un año marcado por la crisis en Venezuela, principal aliado de Cuba, y el azote del huracán Irma, que dejó 10 muertos y serios daños en el país caribeño.
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El vicepresidente cubano avanzó además que el Gobierno estima un crecimiento de alrededor del 2 % para 2018, año en que se espera que continúe la tensa situación económica del país.
El anuncio de Cabrisas, efectuado ante el pleno del Parlamento, supera las estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que auguró para la isla un crecimiento del 0,5 % en 2017 y un alza del 1,0 % para 2018.
Entre los sectores que han reportado "cifras favorables" se encuentran el tabaco, las hortalizas, las legumbres, los tubérculos y las carnes bovina y de cerdo, aunque disminuyeron las producciones de leche y huevos, ausentes de los estantes de los comercios cubanos desde hace meses.
Según Cabrisas, han incidido negativamente los incumplimientos por exportaciones de bienes y servicios, la falta de disponibilidad de combustible y los fallos de ejecución en algunos programas inversionistas.
También subrayó los efectos dañinos del embargo de Estados Unidos y "la llegada al poder de una nueva administración que ha recrudecido la aplicación de ese cerco", indica una nota de la estatal Agencia Cubana de Noticias sobre la reunión del Parlamento, a la que no tiene acceso la prensa extranjera acreditada en la isla.
"No obstante, a partir de proteger las prioridades fundamentales, ha sido posible garantizar la sostenibilidad de los servicios básicos a la población y los principales niveles de actividad planificados, en tanto se continúan las labores de recuperación ante los daños provocados por Irma", dijo.
La producción nacional de petróleo equivalente (crudo y gas) decreció en unas 38.000 toneladas respecto a lo estimado, mientras que la importación se verá afectada por segundo año consecutivo debido a la crisis en Venezuela, que ha reducido drásticamente los envíos a la isla de crudo a precios subsidiados.
Ricardo Cabrisas agregó que el plan de inversiones en la Cuba debe cerrar en el orden del 90,8%, por atrasos en las importaciones e incumplimientos en los cronogramas de ejecución.
El transporte de carga se cumplió al 94,6 %, mientras que el de pasajeros, severamente deprimido, mejora "discretamente".
Para 2018 las prioridades serán aumentar las inversiones en infraestructuras, mejorar el transporte ferroviario, potenciar la captación de divisas y afianzar el crecimiento del turismo, uno de los principales motores de la economía cubana, que espera alcanzar este año la cifra récord de 4,7 millones de visitantes extranjeros.
Cuba también se esforzará en desarrollar las energías renovables e impulsar las obras en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, proyecto estrella cubano para captar el tan necesario capital foráneo.
El vicepresidente y ministro de Economía dijo que prevén incrementar las importaciones y las ventas de bienes y servicios, en especial el tabaco y las bebidas.
Además, adelantó a los diputados que la Isla proyecta importar 1.738 millones de dólares en alimentos en 2018, 66 millones más que este año.
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