Hay deportistas que marcan pautas en la historia de su especialidad en su país e, incluso, en el mundo. Este es el caso de Leonor Borrell, quien ha sido y es única en su paso por el deporte de las cestas en Cuba.
Nacida hace 54 años en Santa Clara, capital de la central provincia de Villa Clara, hija de Justina y Eugenio; hermana de Laura, Orlando y Lazarito, comienza a los 11 años su andar por tabloncillos y canchas de cemento la estelarísima basquebolista Leonor Borrell.
¿Qué recuerdas de esos “cercanos” tiempos?
"Yo pasaba frente a una escuela, donde se practicaba voleibol y baloncesto. Iba acompañada por mi hermana, y diariamente había un entrenador que nos saludaba diciendo: 'adiós basquebolistas'. Laura se ponía brava porque ella practicaba atletismo en el campo Sport. Siempre respondía: 'a mí no me gusta el baloncesto; lo mío es el salto de altura'. Yo no decía nada porque nada practicaba.
"El profe de atletismo me instaba a que matriculara con él, pero eso de coger el sol de las 3 ó 4 de la tarde en aquella pista polvorienta no me hacía la menor gracia:"
¿Y entonces te decidiste por el básquet?
"Hablaron con mis padres, era una niña espigada, ágil, idónea para la práctica de ese deporte, y comencé en la EIDE provincial. Me gustaba estar becada; nos embullamos mi hermana y yo que siempre estábamos juntas. Yo cursaba quinto grado.
"En lo que actualmente es la Sala Amistad empiezo en el deporte de las cestas; incluso puedo decirte que entrenaba en una categoría superior porque para mi edad no había grupos. Participé en varios Juegos Escolares Nacionales y en 1978 asisto a unos Juegos Juveniles de la Amistad en Europa.
"De ahí pasé a la ESPA nacional hasta que me llaman a integrar la preselección nacional en 1979 como invitada. Fui a mis primeros Panamericanos en San Juan, Puerto Rico, ese propio año. En poco tiempo me acostumbré a ese nivel de juego y todo se me hizo más fácil a pesar de mi corta edad, apenas 16 años."
Doña Leonor es considerada una de las grandes basquebolistas cubanas de todos los tiempos; para mí, la mejor, y por supuesto, la más brillante pívot que hayamos tenido.
Los expertos consideran que poseía todas las cualidades para imponerse en ligas profesionales, entiéndase en la actual WNBA así como en el fuerte básquet europeo. Jugadora de un metro 88, no solo era buena debajo del aro sino desde el perímetro pues su puntería a larga distancia era eficaz. Era de esas atletas que no se lesionaban; que siempre estaban en cancha.
¿Qué me dices de tu paso por los Mundiales?
"Desde el año 1979 hasta 1995 estuve en todas las competencias habidas y por haber, en un período donde el equipo Cuba de básquet era reconocido al máximo nivel. En el 1986 , durante la celebración en Moscú del Campeonato Mundial Femenino de Baloncesto, fui clave en el sexto lugar alcanzado por Cuba, al ser la máxima anotadora y segunda reboteadora del torneo.
"Cuatro años después, en la cita del orbe efectuada en Malasia, que constituye hasta ahora la mejor actuación histórica del baloncesto entre damas al ubicarnos terceras, fui la segunda mejor anotadora y tercera en los rebotes."
¿Qué hicieron para alcanzar tal resultado? ¿Alguna preparación especial o se reunió un gran equipo?
"El fogueo internacional fue intenso. Estuvimos en bases de entrenamiento en Rusia y Argelia. Teníamos mente positiva amén de contar con grandes figuras, la Lupe León, Dalia Henry, Beatriz Perdomo, Judith Águila, Yamilé Martínez, Gertrudis Gómez, Reglita Hernández.
"Echamos pa'lante, interiorizamos una medalla ¡y la conseguimos! No fue casualidad. Fueron horas de entrenamiento, de tirar y tirar al aro, de practicar las combinaciones, de defender y atacar. Hubo entrega física y psíquica. Nos llevábamos muy bien. Todo influyó."
Esa medalla le valió a Cuba su boleto olímpico hacia Barcelona 92, su segunda experiencia en citas estivales. Precisamente allí disputaron el bronce con Estados Unidos en partido que los de mi edad recordamos pues el arbitraje influyó mucho en nuestra derrota.
Del Mundial de Moscú a los Olímpicos de Barcelona, ¿qué pasó con Doña Leonor?
"En Moscú era muy joven, así y todo fui la tercera mejor encestadora. Alcanzamos un quinto lugar importante pero hay que tener en cuenta la ausencia de Estados Unidos que no asistió por el bloqueo que ese país le hizo a la justa olímpica en la entonces Unión Soviética. Ya en Malasia, terceras; y en la Ciudad Condal, sin ausencias, quedamos cuartas, pero estuvimos a un tin del podio.
"Nosotras derrotamos a las potentes rusas (equipo unificado o CEI) por 91 a 89, pero en semifinales caímos ante China. Hubiéramos podido discutir las medallas de oro. Sin embargo, el cuarto escaño es lo mejor que nos ha pasado en Juegos Olímpicos. Bien lejos estamos ahora de poder soñar con resultados similares."
Precisamente, el fiasco del Torneo de las Américas celebrado en este 2017 en Argentina es solo una muestra actual de lo que es este deporte en su rama femenina en Cuba. Solo se pudo derrotar a México por lo que hubo que decirle adiós al Mundial del venidero año en España.
Desde el 2000, el básquet (f) cubano no participa en citas olímpicas. Aunque estás afuera del mundo basquebolístico, ¿cuál es tu opinión?
"Es muy triste. No tienen jugadoras altas, faltan topes internacionales para cuando llegue la competencia fundamental poder enfrentarla con buen nivel. En fin. Prefiero no ahondar en el tema. Sí quiero desearles lo mejor y que levanten. Hay renovación y ojalá aparezcan muchachas de elevada estatura, tan necesarias en el baloncesto actual."
Hay renovación y ojalá aparezcan muchachas de elevada estatura, tan necesarias en el baloncesto actual
Volviendo a tu vida deportiva. Además de Mundiales y Olimpíadas tuviste una fructífera carrera. Háblame un poco de eso.
"Formé parte de la escuadra medallista de oro en los octavos Juegos Panamericanos de San Juan 79 al derrotar en la final al elenco estadounidense, hecho que acaeció por vez primera en la historia y conmocionó a toda la Isla. Yo era muy joven y en aquel tiempo no me di cuenta de la trascendencia histórica del hecho. Al pasar el tiempo comprendí su valía en toda su magnitud.
"Además soy subcampeona en los noveno y onceno Juegos Panamericanos Caracas 83 y La Habana 91; y monarca en los Centrocaribes de La Habana 82, Santiago de los Caballeros 86, México 90 y Ponce 93."
¿Qué pasó con doña Leonor que se retira del deporte activo estando en plenitud de condiciones, con 32 años que en el básquet es buena edad?
"Sabes que me embaracé antes de los Juegos Olímpicos de Atlanta; algo que estaba esperando ansiosa, desde hacía mucho tiempo. Esto me privó de asistir a la que hubiera sido mi tercera edición olímpica en 1996. Y ya después me consagré a mi niña, que es mi mejor medalla.
"Fue una decisión que quizás no gustó. ¿Sabes? Yo era importante para el equipo. Recuerdo una entrevista que me hiciste y me diste todo tu apoyo. Me dijiste en aquel entonces que no había medalla en el mundo que igualara la maternidad. Y ahí tengo a mi Denise, mi razón de vivir. Tenías toda la razón. Mira, el básquet siempre me gustó. Era mi mayor pasión. Me divertía jugando, anotando canastas, siendo el puntal ofensivo de mi equipo; pero nada comparado con mi hija.
El básquet siempre me gustó. Era mi mayor pasión. Me divertía jugando, anotando canastas, siendo el puntal ofensivo de mi equipo; pero nada comparado con mi hija
"Después de eso intervine en una Liga Nacional, pero no era lo mismo por lo que me retiré en el momento más oportuno, año 1997."
La Borrell encabezó la ofensiva cubana por 18 años y fue el enlace generacional entre jugadoras como Bárbara Bécker, María Moré, y Margarita Skeet, con Yamilé 'la Peca' Martínez, Lissette 'la Ardilla' Castillo, Yaquelín Plutín.
Doña Leonor, la diferencia de tu equipo con el actual es abismal. ¿Qué son para ti tus compañeras a la distancia de tantos años?
"El baloncesto como deporte colectivo necesita un líder, pero si no hay colectivo, ¿qué importa el líder? María Elena León, Margarita Skeet, Regla Hernández, Bárbara Becker, Dalia Henry: sin el apoyo de ellas, sin su contribución en la cancha, jamás hubiera logrado ser lo que fui. No hubiéramos hecho lo que hicimos. Fuimos y en muchos casos, somos amigas. Eran valientes en el juego, profesionales. Nos aconsejábamos las unas a las otras."
¿Sería muy difícil para ti darme el equipo de todos los tiempos del básquet cubano?
"Bueno, te voy a dar el de mi época: Reglita Hernández, Martha Reinoso, Caridad Despaigne, Bárbara Bécquer y yo, y perdonen la inmodestia."
En este caso hago una excepción y permito que el entrevistado se incluya porque, sin duda alguna, la mejor pívot cubana ha sido Doña Leonor aunque otras grandes como Yamilé Martínez y Yaquelín Plutín la escolten.
Leonor Borrell se encuentra viviendo en Estados Unidos tras atravesar la frontera con México, apenas semanas antes de la medida del presidente Obama de cerrarla para los cubanos.
"Reunirme con mi hija, con mi familia era prioritario para mí. Ahora trabajo con ella que estudia Finanzas y abrió su propio negocio. Tengo a Lazarito, mi hermano, que vive desde hace 18 años aquí. Ahora conduce una rastra. Tiene un hijo de 16 años que también practica baloncesto."
Reunirme con mi hija, con mi familia era prioritario para mí
Lázaro Borrell es considerado entre los grandes del deporte de las cestas. Había que verlo con los Lobos de Villa Clara en aquellas Ligas Superiores de Básquet; su desempeño en el seleccionado nacional.
El “Virtuoso Borrel” jugó en la NBA ( con los SuperSonics de Seattle) , con el Boca Juniors en Argentina, así como en otras ligas hasta despedirse de las canchas en el 2007. De la familia Borrell nacieron , tal vez, los 2 mejores jugadores de básquet cubano, y hoy, gracias a Dios, vuelven a estar juntos.
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