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Decenas de cubanos se han establecido en los últimos meses en la pequeña localidad uruguaya de Santa Rosa, en el departamento de Canelones, a 53 kilómetros de la capital, Montevideo. Según informa Telenoche, empezaron a llegar hace seis meses. Desde entonces, cada quince días arriban nuevos grupos de entre cuatro y cinco personas. La mayoría son hombres con estudios y edades comprendidas entre los 20 y 30 años. Hay varios médicos, ingenieros agrícolas, profesores... A todos les tramitan la residencia. Por eso continúan llegando.
La mayoría de los cubanos que han convertido Canelones en el Miami uruguayo trabaja haciendo "changas" (trabajos cortos e informales), pero también para empresas locales que en Santa Rosa están relacionadas con la elaboración de conservas, dulces o ladrillos, pero también con la producción vitinícola y avícola, en la zona rural, que es donde se está asentando la mayor parte de los recién llegados.
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En Santa Rosa, los cubanos pagan alquileres de entre 7.000 y 12.000 pesos al mes (de 243 a 417 dólares) y viven en grupos de cinco a diez personas y no precisamente en las mejores condiciones.
"Llegamos aquí con algo de dinero", explica Yulier Vázquez, uno de los cubanos que se ha radicado en el pueblo. Además asegura que en Cuba no ganaba mucho dinero por lo que decidió "buscar una mejor vida" para ayudar a su familia allá en Cuba. Asimismo aclara que han sido muy bien acogidos en Santa Rosa. "La relación es muy buena. Nos han ayudado mucho", dice.
Aunque las autoridades locales los han recibido con alegría también han empezado a preocuparse. La alcaldesa de Santa Rosa, Margot de León, explica que ya no hay más casas para alquilar y el trabajo empieza a escasear. Los uruguayos que trabajan en "changas" también están preocupados porque creen que los cubanos han llegado para robarles el trabajo.
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