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Programado en la sección Cultura, fuera de competencia, en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el documental de sesenta minutos “¿Qué remedio? La parranda” fue estrenado el sábado para su público natural, en la antigua villa de Remedios.
Durante el estreno, fue tanto el entusiasmo de los partidarios de El Carmen y San Salvador (recordar que las parrandas ocurren como una competencia entre ambos barrios) que cada bando cantaba cada vez que aparecían en el documental representantes del gallo (San Salvador) o el globo (El Carmen).
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Daniela Muños presentó su documental en la Casa de la Cultura de Remedios, pero antes de la presentación, uno de los bandos aprovechó la ocasión para desfilar por todo el pueblo y lanzar decenas de voladores a su paso. Al final de la comparsa, todos entraron en la sala para ver su documental, porque ya sienten les pertenece esta obra producida por la Facultad Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) del Instituto Superior de Arte, con el apoyo de la sección Haciendo cine de la Muestra Joven.
El entusiasmo y el nivel de adrenalina que genera la parranda en Remedios, esta pequeña ciudad cubana que parece crecer en luces, jolgorio y voladores con estas fiestas populares, centro en la vida de sus pobladores, se relata en detalle en este documental ¿Qué remedio? La parranda cuya madurez expositiva es una verdadera sorpresa habida cuenta de la juventud de sus principales implicados, casi todos egresados de FAMCA al igual que la realizadora.
¿Qué remedio? La parranda destaca por el tratamiento respetuoso de sus personajes y sus voces, por la capacidad para lograr un relato entretenido, sorprendente, y en absoluto contacto con la devoción de los remedianos por sus parrandas, donde se combina entusiasmo popular, folclor, costumbre ancestral, patrimonio, religión y un derroche de colores y luces.
Situada junto con los carnavales de Santiago de Cuba y las charangas de Bejucal entre las festividades tradicionales cubanas más importantes, las parrandas remedianas surgieron, como aclara el documental, cuando un sacerdote decidió contratar a un grupo de niños para que hicieran un ruido infernal y despertaran a los vecinos de la villa y asistieran a las misas de Aguinaldo.
Con cuidadosa atención al tejido social y cultural remediano, el documental también detalla la participación de los remedianos, en uno y otro bandos, en la elaboración de las carrozas o de los deslumbrantes trabajos de plaza, en una suerte de bullanguero ritual que inunda todo el pueblo con la alegría de la gente o el estruendo de los voladores. Una fiesta que Daniela Muños ha sabido retratar con elocuencia.
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