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Mijaín López: Mi sueño es tener aquí en La Habana la casa que me han prometido, pero hasta ahora nada

A sus 35 años de edad, el luchador clásico cubano Mijaín López, trabaja en pos de conquistar su cuarta medalla de oro olímpica.

Mijaín López tricampeón olímpico de lucha greco © Cadena Agramonte
Mijaín López tricampeón olímpico de lucha greco Foto © Cadena Agramonte

Este artículo es de hace 6 años

Cual mole que se pudiera asemejar al Coloso de Rodas, pero nacido en Taco Taco, Pinar del Río, la imponente figura del luchador Mijaín López sobresale en el Centro Nacional de Entrenamiento Cerro Pelado.

Mijaín viene de una familia de deportistas pues su hermano, Michel, es bronce olímpico en el certamen boxístico en Atenas 2004 en la división de más de 91 kilos. Pero además, proviene de una familia humilde, decente, trabajadora que mucho ha influido en el buen hacer de Mijaín, quien hoy está casado con Maylín González y es padre de Mijail de 6 años y Naya de 20 meses.

¿Cómo entra a un colchón de luchar el más grande los gladiadores cubanos y de los mejores del planeta?

"Siempre me gustaron los deportes de combate al igual que a Michel, pero yo me inclinaba a los de fuerza. Me captaron a los 10 años en la Escuela Primaria “Enrique Hart Dávalos”. Fue el profe Sergio Sosa el que me condujo a la EIDE provincial “Ormani Arenado” de la capital vueltabajera. Allí llegué a los 11. Luis Forceguedo fue mi entrenador, siempre en la greco. No me gustaba la libre."

¿Qué recuerdas de tu paso por las edades infanto-juveniles?

"Esa fue la base. Allí gané dos medallas de oro y una de plata en los Juegos Escolares Nacionales. Impactaba tanto en el colchón que me ascienden a la ESPA nacional y me suben también de división, a los 97 kilos. Entré con 16 años y enseguida pasé a entrenar con Juan Carlos Linares. No pasó mucho tiempo y ya estaba en la preselección nacional."

Conozco las anécdotas de otros dos grandes de la lucha greco cuando Mijaín López entró en el Centro Nacional de Entrenamiento “Cerro Pelado”. Y es que Mijaín hace el equipo grande cuando Héctor Milián (titular olímpico de Barcelona 92), ya retirado del deporte activo, era el ejemplo a seguir por todos los luchadores y el bicampeón de Atlanta 96 y Sydney 2000, Rigoberto Azcuy lo cogió de su mano y le enseñó a ser lo que hoy día es. El “Niño” tenía sólo 17 abriles.

"Me decían “El Niño” por mi cara casi infantil, de adolescente, a pesar de mi cuerpazo. Entré en la división de los 130 kilogramos pero en realidad pesaba entre los 107 y 110."

¿Y cómo te viste? ¿Qué te enseñaron ese par de “mountruos” de la lucha greco?

"Fácil: unión, fidelidad, entrega absoluta al deporte, guapería, no temer a nada ni a nadie. Azcuy me ayudó mucho en la preparación física. Yo solía cansarme. Me decía la forma para correr y levantar las pesas. Milián, ya retirado, también era buen profesor. Cada uno a su forma, pero esas fueron las lecciones de ambos."

Te haces una figura en los inicios del siglo XXI. ¿Cuál consideras tu primer gran éxito, ese que nunca se olvida?

"¡Por supuesto que mi medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003! Derrotar al estelarísimo estadounidense Ruslan Gardner, titular olímpico que impidiera que ese grande que es el ruso Alexander Karelin conquistara su cuarto cetro olímpico. Salté, te fui arriba a ti, ¿recuerdas? Gritándole al camarógrafo tuyo, feliz, muy feliz. A partir de ahí supe que a mí no me paraba un tren."

Tienes 4 experiencias olímpicas hasta ahora. Háblame de esas grandes competencias

"Asistir a unos Juegos Olímpicos, solo asistir, ya te colma de júbilo el alma. Es lo máximo a lo que un deportista pueda aspirar, al menos en la lucha. Mi primera incursión olímpica fue en Atenas y no pude avanzar por caer en las eliminatorias ante el ruso Kasan Baroev, quien al final se coronó campeón. Pero ya en Beijing la cosa cambió.

"Fui seleccionado por primera vez abanderado de nuestra delegación, algo que enorgullece y te hace enfrentar los retos competitivos desde otro prisma. Me enfrenté a lo que más vale y brilla de mi deporte y peso en el planeta.

"Por ejemplo, en semi-finales tuve un combate dificílisimo, con el armenio Patkykeev, y en una de mis técnicas habituales, lo voltee y lo pegué. ¡Ya estaba en mi primera final olímpica! Y allí derroté al ruso Khasan Baroev, quien después perdió la plata por estar dopado."

¿Qué fue para ti tu primer cetro olímpico?

"Tantas cosas: sueño hecho realidad, cumplir un reto, estar satisfecho conmigo mismo cuando me entregaron la Enseña Patria, hacer feliz a mi familia, a mi pueblo, a Cuba entera.

Llega Londres y ahí vas con la “espinita” de haber perdido con el turco Riza Kayaalp el Mundial precedente, en el 2011.

"Sin ánimo de justificar, yo no tuve un buen 2011. Casi no pude entrenar, estuve lesionado. Fui al Mundial para clasificar para Londres. Incluso, mis entrenadores Pedro Val y Carlos Ulacia, no querían que yo saliera al colchón a discutir el cetro, pero hay que morir de pie. Ah, que me ganó el turco, me ganó, pero yo caí en el colchón.

Así llego a la capital británica y me lo topo en semi finales. Me había preparado muy bien, parecía un león. Todo el pueblo confiaba en mí, pero en el fondo, muchos tenían la duda con el turco, pero mi victoria fue aplastante. En la final vencí al estonio Heiki Nabi. Nuevamente Mijaín López, el cubano de Taco Taco a lo más alto del podio."

Tuve la oportunidad de entrevistar ese día al más grande de los luchadores de los pesos máximos, el ruso Alexander Karelin, que ponderó las cualidades físicas, rapidez y técnica que para esa división tenía el cubano, y no puso en duda que pudiera ganar su tercer título olímpico (igualando su hazaña y la de otros 5) pero sí que pudiera alcanzar su cuarto cetro, algo que no pudo hacer Karelin al caer ante Gardner, el estadounidense.

Tú viste y oíste las palabras de Karelin tras tu segundo triunfo, así que llegaste a Río con la mente puesta en tu tercera victoria

Pues sí, yo dije que iba a bailar samba en Río y la bailé. Ya no era un niño, estaba cumpliendo los 34 años, y mis entrenadores trazaron un plan técnico táctico exquisito. No tuve lesiones, competía sólo lo necesario. Llegué en forma óptima a la tierra carioca. Me pasó lo mismo que en el ciclo anterior: había perdido el mundial del 2015. O sea, otra vez iba al desquite."

Y no le fue difícil, nada difícil. Ni siquiera le pudieron marcar un punto en contra. Venció al estonio Heiki Nabi, 3-0, al sueco Johan Magnus Euren, 4-0 y al ruso Sergey Semenov, 3-0, este último en semifinal.

"¡Mi principal rival era yo!. Lo dije antes de irme. Estaba perfectamente preparado, me sentía muy bien. No me fue difícil discutir la final."

Llegó así a la discusión del oro, de nuevo contra su encarnizado rival del último lustro, el turco Riza, a quien hablando en buen cubano, noqueó 6-0, incluso aplicando su técnica del suplex, casi al comenzar el combate.

Aunque ha mantenido una gran reserva, Mijain López tiene su mente y su corazón puesta en su cuarta medalla de oro olímpica.

"Mis entrenadores, Raúl Trujillo, ahora jefe del colectivo, y mi querido Pedro Val -más que un maestro, un guía, un padre que me ha acompañado siempre- estamos empeñados en lograr la hazaña que nadie ha podido hacer hasta ahora, pues no es solamente Karelin el único en ganar tres títulos olímpicos. Yo he sido el séptimo en el mundo, lo que el ruso tiene además una plata en su última incursión.

Pero yo voy por el oro en Tokío 2020. Pensamos competir solamente en Juegos Centroamericanos y del Caribe y Panamericanos. No en Mundiales. Incluso no voy a regresar al torneo de la Bundesliga en Alemania. Ya estamos con el relevo casi listo: Oscar Pino, quien ya cogió bronce en el Mundial de París este año. En estos momentos te puedo decir que mi principal rival es mi peso, poderme mantener así."

Además de sus tres coronas olímpicas en la lucha clásica, Mijaín ha ganado cinco títulos mundiales, 3 veces ha sido subcampeón, se ha impuesto en dos Juegos Panamericanos, una vez los Centroamericanos, dos torneos Panamericanos de Judo, una Gala de Campeones y una Copa Mundial.

¿Además de tu quimera del cuarto título olímpico, qué te queda por soñar? ¿Quizás que el pequeño Mijail sea luchador?

"Pues no, no quisiera que lo fuera pero al paso que va todo lo hace indicar. ¿Mi sueño? tener mi casa aquí en La Habana, que me la han prometido pero hasta ahora nada. Aquí me tengo que alquilar, sigo viviendo donde nací en Taco Taco, Herradura, en mi San Cristóbal natal."

Junto a Teófilo Stevenson, Félix Savón, Mireya Luis, Regla Torres, Javier Sotomayor, Iván Pedroso, Driulis González, Osleydis Menéndez, Idalis Ortíz, Filiberto Azcuy, siempre aparecerá el nombre de este pinareño humilde y extremadamente cubano. ¿Hay alguna duda de ello?

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos