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CIUDAD DE MÉXICO, 20 sep (Reuters) - Decenas de socorristas luchaban el miércoles por rescatar a una niña de las ruinas de una escuela que se desplomó tras el devastador sismo que sacudió México, que ha dejado 225 muertos y arrasó con medio centenar de edificios.
Miembros del equipo de especialistas pedía silencio a la gente mientras otros compañeros arriesgaban su vida arrastrándose entre escombros que se sostenían precariamente sobre pilotes de madera.
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Un perro rescatista entró varias veces por los huecos de la derruida estructura y por donde se introdujo una manguera para hidratar a la pequeña, que cumplía más de 24 horas atrapada en el colegio Enrique Rébsamen, en el sur de la Ciudad de México, donde casi un centenar de personas ha muerto.
Según el canal de televisión Televisa, los padres de la niña aguardaban por su salvamento de las ruinas del colegio de educación básica y media, de donde ya se ha rescatado a 11 menores y se han recuperado 25 cadáveres, 21 de niños y cuatro de adultos.
El martes por la noche, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que había allí unos 30 niños atrapados junto a 12 adultos. Pero el miércoles no había claridad sobre esa información.
"Siguen sacando niños, pero no sabemos nada de mi hija", dijo agotada y con los ojos rojos Adriana D'Fargo, de 32 años, sobre el paradero de su hija de siete años.
Algunos voluntarios expresaron su frustración por la desorganización entre los servicios de emergencia militares y civiles, que competían por liderar las labores tras el sismo de magnitud 7.1 que sembró de destrucción varias ciudades del país.
"Necesitamos mucha ayuda no sólo ahora sino también para reconstruir y encontrar a la gente que se quedó sin nada", dijo Paula Vidal, pediatra de 35 años mientras trabajaba en un hospital hasta donde llevaron a los chicos rescatados de la escuela.
"Estoy enfadada, desesperada por tratar de rescatar a todos los niños", agregó.
En varias áreas, maquinaria pesada empezaba con las labores de limpieza, pero la Ciudad de México habitualmente congestionada y bulliciosa lucía casi vacía y sin movimiento. Poco más de 50 personas habían sido rescatadas en la capital, según autoridades.
Mientras tanto, miles de socorristas y voluntarios seguían removiendo enormes escombros con sus propias manos en búsqueda de sobrevivientes en al menos cuatro puntos de la ciudad, en algunos de los cuales han recuperado cadáveres.
El director nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, dijo que si en algunas ocasiones se han parado las labores de búsqueda temporalmente ha sido por cuestiones de seguridad.
El secretario de Gobernación (interior), Miguel Angel Osorio Chong, dijo que la prioridad sigue siendo el rescate de personas.
MÉXICO DE LUTO
En una pequeña localidad en el estado Puebla, al sur de la capital y más cerca del epicentro, a las afueras de una iglesia eran veladas algunas de las 11 personas que fallecieron dentro del recinto el martes. Había al menos cuatro féretros, uno de ellos de un menor.
El Gobierno decretó tres días de duelo.
"Este sismo es una nueva prueba y muy dolorosa para nuestro país, los mexicanos hemos tenido experiencias difíciles a consecuencia de otros temblores en el pasado y hemos aprendido a responder a estos episodios con entrega y espíritu de solidaridad", dijo Peña Nieto cerca de la medianoche del martes.
En la población de Jojutla, en el estado Morelos donde murieron 55 personas, también comenzaron las honras fúnebres, mientras socorristas seguían removiendo escombros de humildes viviendas.
Morelos sufrió el mayor número de decesos tras Ciudad de México. Osorio dijo, durante una gira por la región, que hay calles con muchas casas derrumbadas y múltiples daños.
Decenas de estructuras, entre edificios de departamentos y oficinas, iglesias y colegios, colapsaron o resultaron seriamente dañados, al igual que algunos tramos carreteros. Las clases fueron suspendidas en cerca de una decena de estados mientras se revisaba la integridad de las escuelas.
El movimiento ocurrió el martes horas después de que México realizó un gran simulacro nacional de sismos en el aniversario del poderoso terremoto de 1985 que dejó miles de muertos.
En el Vaticano, el Papa Francisco manifestó su conmoción y llamó a los fieles a orar por México.
"Elevemos todos juntos nuestra plegaria a Dios para que acoja en su seno a los que han perdido la vida y conforte a los heridos, sus familiares y a todos los damnificados", dijo el pontífice. "Que nuestra Madre la Virgen de Guadalupe con mucha ternura esté cerca de la querida nación mexicana".
En medio de la tragedia, la bolsa mexicana y el peso operaban con normalidad y la petrolera estatal Pemex dijo que garantizaba el suministro de gasolina y que sus instalaciones trabajaban sin inconvenientes.
(Con reporte adicional de Adriana Barrera, Verónica Gómez, Noé Torres, Sheky Espejo, Sharay Angulo, Stefanie Eschembacher, Anthony Esposito; Escrito por Ana Isabel Martínez y Lizbeth Díaz. Editado por Pablo Garibian)
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