En los últimos cuatro días se han difundido ampliamente en las redes sociales y medios de prensa diversas fotos que muestran la reacción de algunos vecinos ―sobre todo de Centro Habana― ante las inundaciones que provocó el huracán Irma en las zonas bajas del malecón habanero.
Lo sucedido ha sido punto de partida para las más diversas opiniones y criterios que han ido desde la celebración del carácter patrio hasta el desprecio por la desidia y la irresponsabilidad.
Desde luego, en el amplio abanico de opiniones no se ha hecho esperar el artículo del periódico Granma, publicado este miércoles 13 de septiembre, y firmado por el el subdirector del medio.
Oscar Sánchez Serra parte de calificar de “indisciplina”, “irresponsabilidad” y “anarquía” lo visto, y advierte que “Cuba no es un país de locos”; aprovecha para recordar que los cuerdos están "en función del pueblo" y rechaza la “válvula de escape que intente resignarnos ante los hechos”.
Al director de Granma le preocupa sobremanera que la imagen de cuatro hombres jugando dominó en medio de la calle sea “comida para la burla”, y considera que no es un chiste que los jóvenes naden en esas "aguas letales" o que “los adultos expongan a niños a una experiencia que no tiene nada que ver con la descarga de adrenalina que generan otras emociones”.
Piensa, además, que la falta "de orden, control y exigencia" para hacer cumplir lo establecido fue el origen de actitudes como esas.
Cree, igualmente, que la voluntad para hacer cumplir las recomendaciones de la Defensa Civil “debieron ser más estrictas antes y durante del meteoro” y, asumida la autocrítica, lo pone como tarea de cara a la recuperación.
En la perfecta combinación de “disciplina, orden y exigencia”, Sánchez cree que está la base del triunfo de los cubanos, e insiste: “Aquí, en esta tierra, ni ante huracanes, epidemias inducidas, agresiones o frente a cualquier circunstancia, no se manda a nadie a rezar. Cuando la trilogía de vocablos, que no es mágica, se establece, la orden es de combatir para salir adelante”.
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