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"Le hice un mensaje de texto a Abreu y le pregunté por la mañana si él me podía recoger en el aeropuerto y lo hizo. Estoy feliz, estoy tratando de disfrutar el momento y disfrutar de esta oportunidad, estoy en las Grandes Ligas ahora y aquí es donde quiero estar".
Así dijo a la Associated Press el infielder Yoan Moncada, recién ascendido al primer equipo de unos Medias Blancas donde tratará de convertirse en jugador de todos los días como su coterráneo José Dariel Abreu.
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Moncada y Abreu ya habían jugado juntos en las Series Nacionales, con la chamarreta de los Elefantes de Cienfuegos. Ahora, Pito deberá convertirse en una especie de mentor para su joven colega, y por lo pronto ya le dio algunas lecciones sobre el tráfico en la Ciudad de los Vientos.
"Lo conozco desde que era un niño", dijo Abreu. "Venimos de la misma ciudad y lo conocí desde ese momento cuando estaba jugando allí; él es un jugador excepcional, tiene todas las herramientas para ser un All-Star".
Uno de los prospectos más cotizados del béisbol –para muchos, el número 1-, el joven de 22 años debutó la víspera en la derrota de su escuadra ante los Dodgers, 9x1. Allí, alineando como sexto y en segunda base, recibió un boleto en la vez inicial, para después fallar con rolling y elevado.
Moncada estaba teniendo un buen desempeño en Triple A con Charlotte (.282 con 12 jonrones, 36 remolques y 17 bases robadas) cuando la franquicia decidió llevarlo al máximo nivel, luego de deshacerse de Todd Frazier y un par de lanzadores.
El gerente de los Medias Blancas, Rick Rentería, fue elocuente al referirse a las virtudes de Moncada: “Él está listo para darte todo lo que tiene, y sabe lo que esperamos, lo que le pedimos, pero queremos que se divierta. Va a ser una parte importante, esperemos, en el camino que esta organización está yendo”.
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