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Unos diez cubanos, de los 125 recluidos en un albergue del distrito Gualaca, en la provincia de Chiriquí, Panamá, se dieron a la fuga hacia Paso Canoas para seguir por Centroamérica rumbo a Estados Unidos, informaron medios locales.
Los cubanos dijeron que preferían correr el riesgo de ser deportados por ilegales que aceptar la propuesta del gobierno panameño, que les ofreció un pasaje de vuelta a Cuba con visa de turismo para regresar a Panamá y un monto de 1650 dólares para iniciar un negocio propio.
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El pasado mes de junio, cuatro cubanos lograron abandonar el albergue de Gualaca con los mismos planes, pero dos de ellos fueron encontrados y deportados a Cuba.
El viceministro de Seguridad panameño, Jonathan del Rosario, dejó claro entonces que no hay ninguna posibilidad de que los cubanos puedan quedarse en el territorio nacional.
“Hemos sido muy francos. Su ingreso al país de manera irregular imposibilita que clasifiquen para algún tipo de estatus migratorio en Panamá que no sea el de refugiado”, sostuvo.
En marzo, Panamá firmó con La Habana un acuerdo para garantizar un flujo migratorio "regular, ordenado y seguro" que facilita la deportación de los cubanos. En lo que va de año, las autoridades locales han deportado a casi un centenar de isleños.
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