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Con la inauguración de la exposición fotográfica Memorias Cucalambeanas, del artista alemán Hans Urlic Meyer, se inauguró hace unos días la más tradicional y respetables de las fiestas campesinas en Cuba, un evento que celebra su 50 cumpleaños, siempre en la provincia de Las Tunas.
El fotógrafo alemán, enamorado de Las Tunas y de las jornadas cucalambeanas, se ocupa de captar en imágenes lo más relevante acontecido en estas festividades para obsequiárselas a los tuneros como memorias de la edición anterior.
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Con el peregrinar de artistas e investigadores cubanos y extranjeros desde la plaza martiana, por la avenida Vicente García, hasta el Centro provincial de Artes Plásticas, se inauguró oficialmente esta Jornada Cucalambeana, una auténtica fiesta de pueblo, celebrando tradiciones en otros lugares preteridas o maltratadas.
Las Jornadas Cuculambeanas alcanzan 50 años de existencia y supervivencia luego de que se celebraran, por primera vez en Las Tunas, en 1966, siempre con un carácter auténticamente popular, y con el objetivo de homenajear al poeta Juan Cristóbal Nápoles Fajardo y a la décima.
También se inauguró la exposición personal del artista italiano Antonio Scarpelli titulada Auténticamente Cubano, en la sala de la casa Iberoamericana de la Décima Juan Cristóbal Nápoles Fajardo. El artista ilustra nueve rostros de mujeres cubanas en diferentes perfiles utilizando el pigmento del café.
El evento constituye marco ideal para el mayor guateque del campesinado cubano, a la vez que rinde homenaje al poeta bucólico de Cuba y a las tradiciones no solo musicales y danzarias del campesinado, sino también alimentarias, artísticas y patrimoniales.
En 1964, Jesús Orta Ruiz, José Ramírez Cruz, Ramón Veloz y Manuel Fernández, pensaron en una fiesta representativa de la cultura campesina que tomara a Juan Cristóbal Nápoles Fajardo “El Cucalambé” como figura principal.
En 1967 se eligió por primera vez la Flor de Birama, que en cada jornada fue el eje principal del guateque. Al año siguiente, se instituye el Concurso Nacional El Cucalambé en Décima, y luego se celebra en la Finca El Cornito el primer festival de música campesina. Todas estas tradiciones se conservan hasta hoy mismo.
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