Las trabas burocráticas, la escasez de materiales de construcción y mano de obra, así como la corrupción en los gobiernos locales, son los principales aspectos que atentan contra el proceso de obtención de subsidios para la vivienda en Cuba, informó Cubadebate.
“Ha habido de todo: otorgamientos a familias y personas que no lo necesitan, que no tiene por qué ser subsidiados por el país, ya sea por sus altos ingresos o porque no tienen una situación de urgencia”, expuso Fidel Rendón Matienzo, delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular y periodista de la Agencia Cubana de Noticias.
Según explica al medio el especialista, el Estado ha otorgado cifras millonarias de dinero a los gobiernos locales y ese presupuesto “no ha sido utilizado siempre para nobles propósitos”.
“Un asunto tan serio como la vivienda, que es uno de los problemas sociales más grandes que tiene el país no ha tenido todo el seguimiento, ni la atención que merece. Esto ha traído consigo sanciones a funcionarios por actuar de una manera indebida”, agregó.
La mayoría de los cubanos que llegan a concretar legalmente sus solicitudes de subsidio afrontan además numerosos inconvenientes en cuanto al abastecimiento y la transportación de los materiales.
A veces no hay cemento, cabillas y algunos elementos de terminación, (herrajes, sobre todo). Sin embargo, muchos de esos productos los ofertan particulares pero el banco no permite hacer otras transacciones con ellos más allá del pago de la fuerza de trabajo y la transportación, destaca la publicación.
“Nunca hay cemento, ni gravilla, ni arena. Nunca hay nada. Hay personas que compran los materiales para revenderlos y los trabajadores de ahí le dicen a una que no han llegado los materiales”, se queja María Mercedes Pérez Herrera, una trabajadora estatal en medio del proceso.
Otro de los aspectos que más ha afectado a la población en el otorgamiento de subsidios es la secuencia de trabas burocráticas que deben sobrepasar antes de hacer la solicitud.
Debido a la complejidad del proceso de otorgamiento “se han dado casos de titulares a los que se cita para comunicarle que ya se le otorgó el subsidio y, para ese momento, han fallecido”, relató Adolfo Millares León, Director de la Dependencia Interna del Consejo de la Administración Municipal del Poder Popular en Arroyo Naranjo.
La ley cubana de subsidios ha sido sometida recientemente a varias modificaciones que comenzarán a tener vigencia a partir del próximo año. En la nueva ley (publicada en la Gaceta Oficial No. 15 Extraordinaria de 11 de abril de 2017) se establecen unos incisos específicos que deben cumplirse.
El próximo año, por ejemplo, para que se otorgue el subsidio no pueden haber personas desvinculadas laboralmente en el núcleo familiar.
“Van a proceder madres solteras con dos o más hijos menores, pues el ingreso del núcleo no le alcanza para sustentar los niños ni, a su vez, llevar a término la acción constructiva que requiera hacer. También está el caso de ancianos solos que estén jubilados, pues tampoco la jubilación alcanza para llevar a cabo una obra de este tipo”, explica Ammy Romero, trabajadora social de la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social de Boyeros.
Aquellos que sí estén vinculados laboralmente deben presentar cartas de los centros de trabajos en las cuales recursos humanos certifique su salario. En el caso de los cuentapropistas deben presentar documentos de la ONAT donde estén declarados sus pagos e impuestos, añadió Romero.
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