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En el parque John Lennon del barrio El Vedado, en La Habana, será epicentro del concierto de los músicos cubanos para celebrar los cincuenta años de la aparición de Sargento Pimienta, como se conoce familiarmente uno de los más trascendentales álbumes de la música popular internacional.
Con el respaldo del Ministerio de Cultura, el músico Equis Alfonso y el promotor cultural Guille Vilar se organiza este tributo, muy cerca del centro cultural Submarino amarillo y de la famosísima escultura de bronce, obra de José Villa Soberón, que recrea al compositor de Imagine sentado en un banco, con sus gafas montadas al aire, en actitud contemplativa.
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En el concierto se anuncia la actuación de la compañía de teatro infantil La Colmenita, Eddy Escobar, el emergente Héctor Téllez junior, el coro Renacer y las bandas The Kent, La vieja escuela y Sweet Lissy Project, todos los cuales interpretarán los temas más conocidos y trascendentes del álbum homenajeado. En el homenaje de hoy al Sargento Pimienta también participará el proyecto La Flota, que integran Ernesto y David Blanco, Yissy García y Equis Alfonso.
Nacido como concept album, cuando este tipo de obras eran excepción el disco ha inspirado no solo a los músicos cubanos sino a decenas de cantantes y grupos musicales a partir del 1 de junio de 1967. Es curioso que se le rinda homenaje en Cuba cuando, hace justo cincuenta años, la música de los Beatles recién se liberaba de la prohibición, y comenzaba a escucharse tímidamente por la radio. Sus filmes jamás se exhibieron en aquel momento.
Además de convertirse rápidamente en una de las obras maestras que cambiaron la historia de la música, llevando el pop a niveles artísticos nunca antes vistos, el Sargento Pimienta fue dado a conocer en un periodo cuando los cuatro artistas estaban extenuados de las giras y decidieron concentrarse en mejorar sus grabaciones en estudios para tratar de realizar una obra totalmente nueva desde el punto de vista textual y musical.
Entre las razones de la excepcionalidad de este octavo álbum de los Beatles, se cuenta el hecho de su singular dramaturgia, pues todas las piezas parecían interpretadas por la orquesta del Sargento Pimienta, y en la portada aparecían Lennon, McCarney, Ringo y Harrison caracterizados como si fueran parte de esa orquesta, en una de las portadas modélicas del llamado pop-art. Por cierto, en esa portada donde pueden verse los rostros de muchas celebridades, fueron excluidos, a última hora, Jesucristo y Hitler.
Grabado en los estudios de Abbey Road en Londres, el disco se inspiraba, además, en los recuerdos adolescentes de los cuatro músicos en las calles de Liverpool, y por tanto reunió sonoridades clásicas con influencias asiáticas y psicodélicas. De modo que el pop antes considerado mero entretenimiento ahora podía ser considerado pieza de arte, en tanto manifestaba sensaciones y puntos de vista de toda una generación.
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