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El congresista cubano americano Carlos Curbelo manifestó su apoyo al proyecto de Ley del legislador republicano de Arkanzas, Rick Crawfordque, que propone introducir un un impuesto del 2% a las ventas de productos agrícolas a Cuba.
Curbelo, quien tradicionalmente se desentiende de todo tipo de negociación con el régimen cubano y que en un principio se opuso a las ventas agrícolas a la isla caribeña por parte de agricultores norteamericanos ha visto ahora una posible vía para compensar a los miles de cubano americanos que fueron víctimas de las expropiaciones en Cuba.
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“Aunque no se ha llegado a un acuerdo definitivo, el concepto de que las víctimas de la tiranía castrista puedan percibir algún beneficio de las transacciones entre EEUU y Cuba merece ser considerado. Durante la previa Administración se le concedió todo a la dictadura sin exigirle nada. Ahora eso tiene que cambiar”, dijo el congresista cubano-americano a El Nuevo Herald.
El nuevo proyecto de Ley es, en esencia, el mismo que durante años ha sido puesto a consideración en el Congreso.
Con esta "ligera modificación", Crawfors intenta encontrar el apoyo de muchos que como Curbelo, Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinnen - la triada de cubano americanos en el Congreso -, han dicho que no en el pasado.
La idea es "buscar el apoyo de congresistas cubanoamericanos que oponen firmemente a relajar las sanciones a Cuba, el proyecto incluiría el impuesto del 2% para compensar a quienes poseen reclamaciones certificadas por el gobierno de Estados Unidos en relación a propiedades confiscadas por el gobierno cubano a partir de 1959", explica el reporte.
A "algo parecido" se había referido el año pasado Díaz-Balart cuando dijo en el Congreso que "él estaba de acuerdo con el hecho de que esta Ley beneficie al agricultor - refiriéndose al ciudadano norteamericano - pero pidió encontrar una vía "alterna" para lograrlo sin que "se le brinde apoyo al régimen de Castro, sus servicios militares y de inteligencia.”
Por ahora, el único que ha dicho que "está de acuerdo" es Curbelo.
“Si bien todavía no hemos visto el apoyo público de nuestros socios en la negociación, no vemos ninguna razón por la que se opondrían a la idea que ellos mismos propusieron y que beneficia a sus electores de manera tan significativa”, señaló un miembro del equipo del congresista Crawford.
Si bien la idea es "novedosa" no es una solución definitiva al diferendo entre los dos países con respecto a un tema tan engorroso.
Aunque analistas creen que es "un primer paso" y que es "plausible desde el punto de vista financiero" como asegura Richard Feinberg, exfuncionario encargado de la política latinoamericana en el gobierno de Bill Clinton, es probable que surjan contratiempos de cualquier modo.
Por lo pronto se dio un paso. Y que Carlos Curbelo lo apoye puede dar una luz de esperanza. Tanto a los agricultores norteamericanos como a todos aquellos que desde hace más de 50 años, buscan que se les compensen económicamente por sus propiedades confiscadas en Cuba.
con información de El Nuevo Herald
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