En un hecho inédito para los cubanos se convirtió la inauguración este martes del primer centro comercial de lujo en la Manzana de Gómez, de La Habana Vieja, donde se ponen a la venta productos de alto costo como un reloj de la marca reloj Bulgari con el desorbitante precio de 10.200 dólares.
La apertura de la tienda puede interpretarse como el principio de una época de reconciliación con la publicidad y las grandes marcas en Cuba, que durante años fueron criticadas por las autoridades.
En la instalación, nombrada L'Occitane, se exponen además cremas faciales a 162,40 dólares la onza, una cámara Canon a 7.542 dólares y artículos de Armani y Versace, entre otros productos.
El centro comercial quedó abierto en la planta baja de un hotel de cinco estrellas que será operado por la cadena de lujo suiza Kempinski.
En la planta baja de la Manzana de Gómez compiten artículos de marcas menos conocidos con ofertas de negocios locales, que van desde champús, ropa, hasta juegos de platos que rondan los 100 dólares.
En días recientes viajó a La Habana el empresario Giorgio Gucci para inaugurar la boutique Giorgio G en la Manzana de Gómez Kempinski.
La tienda oferta marcas europeas como Armani o Versace Jeans y se suma a los quince establecimientos administrados por Giorgio Gucci en Cuba.
La apertura de este centro comercial de lujo ha sido blanco de críticas por varios cubanos de mayor edad mientras algunos jóvenes consultados por Cibercuba lo ven como una señal de prosperidad y avance en el país, donde los sueldos siguen en el piso y la adquisición de estos productos son una quimera para la inmensa mayoría de los cubanos.
La prensa internacional se hizo eco del suceso, conviertiéndose en "trending topic" en EIN World News.
NBC, Globe&Mail, The Guardian, la agencia Euronews, ABC News, Salt Lake Tribune, y otros muchos medios reprodujeron la nota de Michael Weissenstein, escrita para AP, con fotos de una cubana retratándose al lado de las vidrieras de la famosa tienda de lujo.
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