Vídeos relacionados:
Recientemente premiado con el galardón al mejor documental en el Festival Internacional de Gibara, un reconocimiento que se supone deberá propulsar la obra hacia una conveniente divulgación nacional y extranjera, Pablo Milanés significa 52 minutos dirigidos y escritos por Juan Pin Vilar, amigo confeso del célebre cantautor, y por tanto cómplice privilegiado para redimensionar confesiones, escoger temas complicados, y melodías antológicas, y diseñar una banda sonora de privilegio.
Según se asegura en la sinopsis, cincuenta años después de componer Mis veintidós años, el documentalista Juan Pin Vilar establece las pautas para una conversación privada con el trascendente cantautor cubano Pablo Milanés, que rompe todo velo y se confiesa en tópicos que, hasta hoy, nos eran velados. Su infancia, el triunfo revolucionario, las UMAP, la relación con su madre y la música, su primera esposa, los demonios existenciales y políticos que intentaron desviarlo una y otra vez de una obra que es hoy parte esencial del sentimiento de esta isla.
Lo más leído hoy:
Más adelante, la misma sinopsis asegura que el documental es una suerte de viaje confesional con banda sonora de filin, trova, poesía coloquial, sones, boleros y guajiras endémicas. Una Habana vintage visitada a partir de exquisitas y reveladoras imágenes de archivo que muestran la ciudad que transcurrimos alguna vez de la mano de Elena Burke, Moraima Secada, Cesar Portillo de la Luz y José Antonio Méndez.
En su blog, Wendy Guerra, después de ver el documental, aseguró que Pablo, por fin ha decidido desahogarse, contar lo que pasó en torno a la UMAP, o Unidades Militares de Ayuda a la Producción. Pero es que Pablo ya se había referido al tema en varios correos electrónicos enviados, precisamente a Juan Pin Vilar, quien a su vez se los envió a Silvio Rodríguez, quien luego los publicó en su blog Segunda Cita.
En aquel momento, declaró Pablo: “Si ayer perdoné a los verdugos que indiscriminadamente me lanzaron con 23 años a los campos de concentración, y a 48,000 compañeros más de desgracia, perdoné, te repito, porque no quiero que esta revolución sea como las otras que han devorado a sus hijos”.
“No me he callado, he hablado con valentía, ante la cobardía de los demás, solamente para tener el país que he soñado, que me hicieron soñar y que se está perdiendo gracias a la falsedad y al extremismo de los que se llaman verdaderos revolucionarios”, decía en otro momento de su misiva al realizador, ahora encargado de dirigir el documental.
Respecto al recibimiento del documental en el Festival Internacional de Gibara, cuentan fuentes locales que muy pocas veces en el cine Jiba se ha aplaudido tanto la proyección de un documental, incluso pocas veces se ha llenado tanto el cine en días de Festival con una muestra de este género.
Pablo Milanés (2016) colmó las expectativas del público gibareño –que se sentó, hasta en el pasillo, motivado además, por la presentación la noche anterior, del cantautor cubano en la Plaza Da Silva–, por ser un documental sencillo y sincero que muestra buena parte de la vida y las opiniones de uno de los más importantes creadores surgidos en Cuba en los últimos cincuenta años.
La canción Mis 22 años es el punto de partida para que el realizador emprenda una panorámica por la obra del reconocido músico: su infancia, sus inicios en el movimiento del feeling, Elena Burke y las noches habaneras, la NuevaTrova, las incomprensiones y errores, las utopías y sus encuentros y desencuentros…
Por supuesto que Pablo Milanés, el documental, recoge oportunos testimonios del propio Pablo, de Reynaldo González, Nancy Morejón, Bobby Carcassés, Guillermo Rodríguez Rivera, Rember Egües, Omara Portuondo, Marta Valdés, Eduardo Ramos, Rey Montesinos, Sergio Vitier, Jorge Perugorría, Leo Brower, Luis Alberto García, Miriam Ramos… y, por supuesto, se extraña a Silvio, con la misma nostalgia con que extrañamos a Pablo en los documentales sobre Silvio, aunque en la memoria estén juntos cantando Yolanda o El breve espacio en que no estás.
Archivado en: