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Con doblete del portugués Cristiano Ronaldo el Real Madrid superó dos goles por uno al Bayern de Múnich en el Allianz Arena en uno de los partidos de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa
El inicio del choque se movió sobre una cuerda previsible. El Bayern arrancó impetuoso, manejando el balón, marcando territorio y sumando efectivos arriba. Acorraló al Madrid por diez minutos, pero no fue suficiente.
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Los de Zidane aguantaron la presión inicial de los bávaros y, de a poco, comenzaron adelantar líneas. Sobre el minuto quince, ya había igualdad sobre la cancha. El peligro en el Bayern lo ponía Robben con sus clásicas diagonales de la banda hacia el centro; en el Madrid, las descolgadas en velocidad de Cristiano y Benzema a espaldas de la defensa alemana.
Los blancos avisaron primero con un cabezazo del francés bien contenido por Neuer, pero el Bayern volvió a la carga. Sin Lewandowski, no tuvieron los de Ancelotti referencias claras en ataque, pero si constantes incorporaciones de sus volantes Thiago Alcántara y Arturo Vidal. Así, inclinaron la cancha y terminaron marcando el primer gol, obra del Vidal a la salida de un tiro de esquina cuando corría el minuto 25.
Llegaron entonces los peores momentos del Madrid, que, tras el gol, se desconectó del partido y comenzó a desmoronarse ante el empuje alemán. El Bayern buscaba el segundo con urgencia y los blancos se defendían con lo justo. Todo eso, hasta que el colegiado italiano decretó una pena máxima en favor del anfitrión por inexistentes manos de Sergio Ramos tras un disparo de Vidal. El chileno pudo aumentar la diferencia, pero su cobro termino en la tribuna y, a la postre, cambio el signo del choque.
Tras el descanso, el Madrid tomó un segundo aire y se lanzó por el partido. Con Modric a la baja, los galones los asumió Cristiano. El portugués se retrasó en la cancha, comenzó a romper líneas rivales y fue conectando al resto de sus escuderos. El Madrid puso condiciones y la igualdad llegó al 47´: Carvajal desbordó por banda derecha y centró al corazón del área para el desmarque de Ronaldo.
El Bayern acusó el golpe y comenzó a dar síntomas de debilidad en su propio feudo; en tanto el Madrid seguía castigando la fragilidad defensiva del flanco izquierdo alemán, sobre todo con las internadas de Carvajal.
Luego, llegó lo peor para el Bayern. Rizzoli mandó a la calle a Javi Martínez por doble amonestación y ahí se rompió el partido. Había un solo equipo en la cancha: el Madrid.
Los blancos empujaban y el segundo gol, que era solo cuestión de tiempo, llegó a los 77 minutos, con un centro del recién ingresado Marco Asensio para Cristiano, que se adelantó a los centrales y la embocó entra las piernas de Neuer.
Hubo, incluso, tiempo para un tercero, un cuarto y un quinto, pero Neuer se agigantó bajo palos e impidió la catástrofe para los bávaros. Inteligente Zidane, que prefirió manejar la ventaja antes que lanzarse en tromba a buscar la sentencia.
Aunque la renta pudo ser mucho mejor de cara a la vuelta en el Santiago Bernabéu el martes de la próxima semana, la victoria y los goles de visitante ponen al Madrid en inmejorable posición para avanzar a semifinales, algo que, en la previa de la eliminatoria, pocos daban posible.
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