La reedición de varios de los libros más populares de Leonardo Padura fue anunciada dentro del programa de presentaciones de la 26 Feria Internacional del Libro de La Habana, y jamás llegaron al lector-comprador, ávido por acercarse a la obra de uno de los escritores cubanos más reconocidos por el público en los últimos veinte o treinta años.
Según expone en un artículo de IPS la periodista Lucía López Coll, solo dos editoriales de provincia lograron cumplir su propósito de presentar libros de Padura en el evento literario más importante del país.
El día 17 de febrero, en la sede principal de la Feria, la editorial Ácana, del Centro Provincial del Libro de Camagüey, se encargó de presentar un volumen en el que se reúnen Adiós Hemingway y La cola de la serpiente, publicadas originalmente en Cuba por Ediciones Unión, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Se agotó poco después de ser presentado.
Ediciones Matanzas, del Centro Provincial del Libro, cumplió con el empeño de publicar La novela de mi vida, que tiene entre sus personajes principales al poeta y patriota cubano José María Heredia, quien vivió en Matanzas una etapa importante de vida en Cuba. Esta nueva edición fue presentada el 15 de febrero en La Cabaña con la presencia de su autor y rápidamente se agotaron los 600 ejemplares que se pusieron a la venta.
Además de estos dos libros presentados en la Feria, se planificaba la venta de La neblina del ayer y la tetralogía “Las Cuatro Estaciones” (Pasado perfecto, Vientos de cuaresma, Máscaras y Paisaje de otoño), todas de la serie del personaje Mario Conde, reimpresas por Ediciones Unión. Hubiera sido formidable que la Feria propusiera tales títulos a la luz de la notable versión televisiva y cinematográfica que ya circula extraoficialmente entre los cubanos.
Tampoco se presentaron en la Feria, como estaba previsto, la novela Herejes, ni el ensayo Un camino de medio siglo: Alejo Carpentier y lo real maravilloso, a cargo de Ediciones Cubanas, ni la novela El hombre que amaba a los perros, reeditada por tercera vez en Cuba por Ediciones Aurelia, casa editora con sede en Panamá, en coordinación con Ediciones Cubanas de Artex.
Según informa López Coll en el trabajo citado para IPS, la ausencia de todos estos libros se debió a múltiples razones, desde la más “simple” (que la impresión no estuvo a tiempo) hasta editoriales que perdieron su cupo de importación, o cancelaciones de última hora por la parte cubana.
La buena noticia es que algún momento terminarán excusas y pretextos y todos esos libros estarán a disposición de sus miles y miles de admiradores en Cuba. Tal vez ello ocurra en las versiones provinciales de la Feria del Libro, que están teniendo lugar por estos días.
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