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A menos de cinco minutos de iniciada la ceremonia, el comediante Jimmy Kimmel, quien presentó la gala en el teatro Dolby de Los Ángeles, hizo la primera referencia directa al presidente de Estados Unidos, Donald Trump acusándolo indirectamente de racista.
En otro momento, le pidió a Meryl Streep que se parara y la llamó sobrevalorada, en alusión a la opinión del presidente sobre la célebre actriz.
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La politización de los premios de la Academia se pudo apreciar desde la alfombra roja, cuando varios actores aparecieron con moños azules para apoyar a la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, una de las organizaciones sociales que ha incrementado sus campañas por la defensa de inmigrantes.
Una de las declaraciones políticas más fuertes correspondió al director iraní Asghar Farhadi, ganador del Oscar a la mejor película de habla no inglesa por The salesman. Ganador de un primer premio Oscar por Una separación, Farhadi no concurrió a la ceremonia en protesta por la orden de Trump (en este momento congelada por una disposición judicial) que prohíbe la entrada de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, entre los cuales está Irán. Anousheh Ansari fue la mujer que aceptó el premio por Farhadi y leyó su comunicado en solidaridad con los afectados por el veto de viaje del presidente Trump.
Gael García Bernal se sumó a la avalancha de declaraciones antigubernamentales y cuando presentó el premio a mejor película animada, ganado por Zootopia, dijo: “Como mexicano, latinoamericano, trabajador inmigrante y ser humano estoy en contra de todo muro que nos intente separar”.
Hubo tantas menciones a Trump a lo largo de la ceremonia, directas e indirectas, que a Kimmel le llamó la atención que el presidente no hubiera tuiteado al respecto, y el presentador le escribió al presidente vía Twitter, en plena ceremonia, para saber si estaba despierto.
El segundo ganador de la noche vino por la categoría maquillaje y fue para Alessandro Bertolazzi, Giorgio Gregorini y Christopher Nelson, por Escuadrón suicida. En su agradecimiento Alessandro dijo que él era italiano y dedicó su premio a todos los inmigrantes.
En fin, respecto a los premios, sorprendió que La La Land fuera despojada del reconocimiento a la mejor película del año, que correspondió a Moonlight, al igual que los galardones por mejor actor secundario (Mahershala Ali) y guion adaptado, y sorprendió sobre todo porque la primera de las mencionadas ganó mayor número de estatuillas, y se supone que ello la coloca en posición cimera. Otra fue la lógica de los académicos.
El musical nostálgico se adueñó de las estatuillas correspondientes a mejor diseño de producción, cinematografía, banda sonora, canción original, director y actriz protagónica para Emma Stone quien terminó por vencer a Nathalie Portman.
Por Manchester junto al mar, Casey Affleck derrotó a Ryan Gosling en la competencia por el mejor actor, y Viola Davis tenía que ganar, pues venía triunfando en premios como los Bafta, Sag y Globos de Oro. La Academia terminó por conferirle el Oscar a la mejor actuación secundaria por Fences.
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