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Una de las dos menciones especiales otorgadas por el jurado oficial del Festival Internacional de Cine de Punta del Este correspondió al filme cubano Santa y Andrés, de Carlos Lechuga, “por su mirada a una situación que rescata los valores de solidaridad”.
La segunda mención reconoció virtudes de El Cristo ciego, dirigida por Christopher Murray (Chile) “por la autenticidad con que se retratan las necesidades que surgen de la adversidad extrema”.
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A sala llena culminó esta vigésima edición del Festival, que premió como mejor película La próxima piel, de Isaki Lacuesta (España), un drama familiar que narra el regreso a su hogar de un joven tras ocho años desaparecido. La Mejor dirección y premio del público correspondió a Rodrigo Sorogoyen por Que Dios nos perdone, también española.
Juan Grandinetti ganó el premio al Mejor Actor por su actuación en la película argentina Pinamar, de Federico Godfrid (Argentina), en tanto el premio a la Mejor actriz fue compartido entre Katerina D'Onofrio por La última tarde, de Joel Calero (Perú) y Julia Lübbert por Rara, de María José San Martín (Chile).
El jurado del Festival, puesto a elegir entre 15 películas iberoamericanas, estuvo compuesto por el actor brasileño Werner Schünemann, el director peruano Francisco Lombardi, y los uruguayos Mirella Pascual y Pablo Vierci.
Uno de los momentos culminantes del evento en el famoso balneario uruguayo ocurrió cuando Dario Grandinetti recibió el homenaje del Festival y observó que sus mejores momentos en el cine se basaron en el apoyo estatal, e insistió en la necesidad de que los Estados apoyen la actividad cinematográfica.
Santa y Andrés ha tenido un muy notable recorrido por Festivales internacionales desde que se estrenó en septiembre en el festival de Toronto, sin embargo el filme fue vetado en Cuba. Actualmente circula clandestinamente de una computadora a otra, de modo que, dentro de unos meses, la habrán visto una considerable cantidad de espectadores cubanos.
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