Vídeos relacionados:
Con el césped seco, los escombros por todas partes, los asientos arrancados y los gatos campando a sus anchas. Este es el panorama que vive el estadio de Maracaná tras el reguero de medallas e imágenes mediáticas que se vivieron con los Juegos Olímpicos.
Apenas han pasado cuatro meses y parece que haya pasado toda una eternidad, atrás queda la escena del oro olímpico alzado por la canarinha. Ahora la realidad es que se vive es de abandono absoluto.
Lo más leído hoy:
Según detalló 'El País', no hay luz desde hace una semana en el templo del fútbol carioca. Sencillamente el estadio ha quedado en el olvido para la población y dirigente de Río de Janeiro.
El progresivo deterioro se produce a pesar de que se pagó un sobrecoste de 1.300 millones de reales, unos 384 millones de euros, en las labores de reforma para disputar el Mundial de fútbol.
En este sentido tampoco conviene olvidar la comisión que se llevó el entonces gobernador de Río de Janeiro, el actualmente preso Sergio Cabral, a manos de una de las constructoras que se llevaron el contrato.
El inicio de esta desoladora escena llegó con las condiciones que marcó la empresa concesionaria, encargada de ceder el estadio a Río 2016 desde el 30 de marzo hasta el 30 de octubre para que se celebraran los Juegos Olímpicos. En el acuerdo se imponía la condición de devolverlo en las mismas condiciones en las que se entregó.
Sin embargo el acuerdo se incumplió y la empresa, que ahora se niega a aceptar la gestión de estadio de nuevo, pide que se lleven a cabo una serie de reparaciones. Entre esas peticiones se encuentra el cambio de ventajas o el recambio de mobiliario.
Archivado en: