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Si de algo ha servido la injusta sanción impuesta al boxedor pinareño Lázaro Álvarez es para haber puesto sobre el tapete dos cosas:
Una, que el movimiento deportivo cubano necesita reformarse YA. Y dos, que Randy Alonso, tan duramente criticado por haber llamado ex-cubano al vallista Orlando Ortega Jr. "ha sacado la cara, justo cuando hace falta".
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Teniendo en cuenta que ningún medio nacional se ha pronunciado respecto a la sanción impuesta al boxeador pinareño Lázaro Álvarez - seis meses por "indisciplina" - y nadie, como aquel documental famoso de Enrique Colina (El desayuno más caro...) ha siquiera investigado el astronómico precio del peróxido usado por Álvarez, cabe quitarse el sombrero ante el cuestionamiento de Randy con respecto a las evidentes injusticias y chapuzas cometidas en el seno de la Comisión Nacional de Boxeo.
Según Alonso, hace apenas 16 días, el jefe de entrenadores del equipo nacional Rolando Acebal, declaró al colega José Luis López, "que el bronceado olímpico y campeón mundial Lázaro Álvarez estaba excluido de la competencia debido a que «este año ha incurrido en varios problemas de disciplina que violan el reglamento de nuestra escuela nacional. Por tanto, le aplicamos una medida disciplinaria de seis meses fuera de la escuela, entrenando allá en su provincia, desde donde nos han llegado informaciones de que va asimilando bien esa amonestación».
Así lo aseguraba, y bien molesto desde Pinar del Río, el comisionado de ese deporte en la provincia, Carmelo Hidalgo, no solo porque la sanción al boxeador le impidió representar a la provincia en el Torneo Nacional Playa Girón, lo que sin dudas hubiese sido una presea segura, sino además porque al muchacho lo excluyeron de la selección de los mejores atletas del país en el año 2016, a pesar de su medalla bronceada en Rio de Janeiro. Y todo, por un poco de peróxido.
Hasta un periodista de la estirpe de Jorge Ebro, dedicado por entero al deporte en la "otra orilla", tuvo que hacer una salvedad y dedicarle toda una columna a la ridicula medida de sancionar a un boxeador a 6 meses por haberse teñido el cabello.
Por si fuera poco, aseguraba el diario pinareño Guerrillero, “la penalización ni siquiera fue dada a conocer oficialmente por la Federación Cubana de Boxeo (FCB) al Inder en el territorio", lo que hace recordar el triste episodio vivido por Víctor Mesa hace aproximadamente un mes, cuando entró a un terreno de béisbol a presentar la alineación del Matanzas y ahí mismo, en pleno terreno, se enteró que estaba sancionado. Tampoco a Víctor le habían hecho llegar el documento de la sanción.
En ambos casos, la magnitud del escándalo se hace hasta risible, si tenemos en cuenta que no vivimos en el Siglo XVIII dónde los mensajes se envíaban con un jinete a caballo, ni siquiera tenemos que usar palomas. Vivimos en el Siglo XXI, y basta un correo electrónico, para que en segundos un email, le pueda dar la vuelta al mundo; no digo yo "ir" de la Habana a Matanzas, o a Pinar del Río.
Tal vez nuestros comisionados deportivos nacionales no estén acostumbrados al escrutinio público. Con toda seguridad ni caso harán a comentarios aparecidos "fuera de la prensa oficial" por fuertes que sean, pero las preguntas lanzadas por el cuestionado Randy Alonso están sobre el tapete, y necesitan ser respondidas.
a) ¿Fueron varias indisciplinas las de Álvarez, como dijo Acebal, o fue una indisciplina como se señaló en la elección de los deportistas del año?
b) Si fuera una, la de teñirse el pelo como aducen en Pinar del Río, ¿merece 6 largos meses de sanción y su exclusión de los elegibles para deportistas del año en Cuba?
c) Cuando se toma una medida con un deportista y se le envía a provincia ¿no se le deba comunicar a las autoridades del INDER en el territorio?
d) Si el INDER excluye a un atleta de la selección del año en Cuba ¿puede contradecir la medida una provincia?
e) ¿Hubo alguna arbitrariedad?
f)¿Quién fue más justo?
Randy finaliza diciendo que "lo ocurrido le (me) parece una fea contradicción en el seno del movimiento deportivo cubano. Y me deja dudas sobre el alcance y el poder educativo de la sanción a un deportista relevante. Sería bueno tener claridad, en aras del análisis objetivo y la justicia, sobre lo sucedido en este caso. Ojalá las autoridades deportivas se pronunciaran al respecto."
De todas maneras, Randy, como diría el refrán, por el hilo se llega al ovillo. Quizás esas y otras preguntas pudieran hacerse en otras modalidades deportivas en el país, y "sacudiendo la mata", verás como caen unos cuantos frutos podridos de los gajos.
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