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Miami, 21 dic (EFEUSA).- En entrevista con Efe, el opositor cubano Antonio G. Rodiles aseguró que "no es iluso" cambiar de raíz el castrismo con el actual contexto político regional.
También hizo un llamado a reorientar el deshielo entre Estados Unidos y Cuba para que "responda a los intereses del pueblo y no del régimen".
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En entrevista con Efe en Miami, el activista se mostró optimista de que con Donald Trump en la Casa Blanca y los "cambios drásticos en Latinoamérica", como la crisis en Venezuela y la destitución de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff, que eran los soportes financieros de Cuba, empujen una transformación en la isla en 2017.
Rodiles señaló que a esta "convergencia de hechos tan importantes" se suman la "frustración del pueblo cubano por las falsas expectativas que levantó el restablecimiento" de relaciones diplomáticas con EE.UU., y también la muerte de Fidel Castro el pasado 25 de noviembre, que "es un fuerte golpe para el castrismo".
"Su muerte sí va a tener un peso, porque si bien no tenía el poder, desde el punto de vista simbólico siempre estaba sobre el escenario de la Isla", manifestó.
Cuba ya no tiene "otra tabla de salvación", expresó Rodiles, al señalar que carece de dónde "parasitarse", e hizo un llamado a aprovechar esta oportunidad para impulsar cambios "de raíces".
Rodiles, quien forma parte de la plataforma política Foro por los Derechos y Libertades, creada hace dos años en la isla, está de visita en EE.UU., donde participó en Washington en un evento del grupo conservador The Heritage Foundation con motivo del segundo aniversario del inicio del acercamiento entre ambos países.
Rodiles recordó el 17 de diciembre de 2014, fecha en la que el presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, anunciaron el deshielo, y consideró como un "gran error" que el régimen fuera "tratado desde el principio como un gobierno legítimo" y que la oposición hubiera sido relegada.
"No aceptar al régimen como un gobierno legítimo no quiere decir que no pueda haber una solución política", matizó Rodiles, quien es director del foro crítico Estado de SATS.
El activista señaló que espera "una política más aterrizada en la realidad" durante el mandato de Trump, quien toma posesión el próximo 20 de enero, y se mostró optimista sobre la presencia de varios cubano-estadounidenses que el republicano tiene en su equipo de transición.
"Es una magnífica señal", dijo al considerar que ello permitirá que la oposición tenga el papel de actor político en los acuerdos.
"Los actores principales de Cuba en el proceso deben ser los actores prodemocráticos en el exilio y dentro de Cuba", aseveró.
El opositor enfatizó que un primer paso en el nuevo proceso será empezar a "condicionar todo al régimen" para que "empiece a dar pasos" si quiere proseguir con el deshielo.
Para el activista, mantener las embajadas de ambos países abiertas en La Habana y Washington debe depender de la liberación de los presos políticos (que calcula en unos cien), el cese inmediato de la represión y la inclusión de la oposición en el proceso.
Por otro lado, Rodiles dijo que es partidario de revisar de forma minuciosa cada uno de los avances comerciales entre ambos países y "no como un paquete", y determinar si estos benefician al pueblo cubano.
"Se debe analizar cada uno de estos temas, y en todo lo que el régimen se ha beneficiado y no el pueblo cubano debe ser revertido", explicó.
Criticó que el turismo "es controlado completamente por las fuerzas armadas" y dijo, por ejemplo, que si empresas de EE.UU. quieren entrar en la isla deben tener la oportunidad de hacer negocios directamente con los cubanos, sin la intermediación del Gobierno, en la contratación o pago de salarios.
Lamentó que desde el inicio de las conversaciones "no hay una sola medida a favor de los 'cuentapropistas'" y señaló que estos pequeños emprendedores han sido blanco de la represión en los últimos años.
Rodiles reconoció que sí hay mayor conectividad a internet para el pueblo cubano, aunque todavía "no en la dimensión que se espera, debido a los precios irracionales y el tremendo control por parte del régimen".
El activista político dijo que hay unidad entre un sector de los opositores que "no creen que el castrismo sea parte del futuro".
"No tengo interés en hacer una plataforma donde haya personas que piensen que se puede convivir con el castrismo, o con un neocastrismo, no creo que sea sano mezclar posicionamientos que no conviven", aseguró.
Señaló, sin embargo, que es consciente de que existe una parte de la oposición en la isla y fuera de ella que están "convencidos de que no hay otra salida".
"Por qué perdonarle la existencia a un régimen tiránico, permitirle que sea parte del futuro cuando podemos realmente tener un cambio profundo en nuestro país", manifestó Rodiles.
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