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El recientemente electo Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, empleó buena parte de sus últimas horas "de vacaciones" en la Florida, para criticar vía Twitter los esfuerzos de su más férrea opositora en las elecciones, Hillary Clinton, de secundar un recuento de votos en tres estados de los llamados "cruciales", luego que partidarios de la aspirante por el Partido Verde, Jill Stein, dijeran tener pruebas de serias irregularidades en la votación efectuada en Michigan, Pensilvania y Wisconsin.
Trump, contraatacó por su parte, al alegar que "millones de personas votaron ilegalmente", y que si no fuera por esos votos, él hubiese ganado también el voto popular.
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Instantes antes de abordar el avión que lo llevaría de regreso a Nueva York, Trump dijo que en estados como Virginia, New Hampshire y California - todos ganados por Clinton - hubo también votos fraudulentos. Según él, Clinton aceptó su derrota cuando lo llamó para felicitarle por su triunfo en la noche del 8 de noviembre.
Sin embargo, aunque Clinton lo felicitó esa noche, su equipo, a través del consejero general de su campaña Marc Elías, anunció que sí, "que cooperaría en el recuento de la votación que actualmente se está efectuando en el estado de Wisconsin" y que sí este recuento tiene lugar también en Pensilvania y Michigan, "ellos también cooperarían".
En estos 3 estados el margen de victoria de Trump fue bien estrecho, pero el equipo de Jill Stein logró que al menos en Wisconsin, por ahora, se aceptara un recuento. Para financiar el mismo, han desembolsado 5 millones de dólares, algo que Reince Priebus el futuro Jefe de Gabinete de Donald Trump llamó "un fraude."
Priebus dijo que todo este tema del recuento de votos "es una broma hipócrita".
"Se trata de estados donde ganamos por más de 68.000 votos," dijo Priebus ante las cámaras de Fox News este domingo, y señaló además que "esto es un desperdicio de tiempo y dinero de todos, y es sólo un intento de dividir a este país cuando necesitamos unirnos".
"Lo que el pueblo norteamericano quiere es mirar hacia adelante por el parabrisas, no hacia atrás, por el espejo retrovisor", concluyó.
Trump, más tarde a través de la red Twitter dijo que "nada va a cambiar," aunque admitió que "ese es el proceso" pero que inevitablemente siempre se llegará al mismo resultado final.
Sin el conteo de Michigan, Trump lidera el conteo electoral por 290 votos contra 232 de Clinton, pero son 270 los que se necesitan para ser presidente.
Si en definitiva se concreta que "hubo fraude" en esos 3 estados, y que en realidad Trump no los ganó, la balanza se inclinaría a favor de la aspirante demócrata.
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