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Al candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos le cayó como una patada en el esófago la última parodia sobre su persona, encarnada por el actor Alec Baldwin. Contrario a lo que muchos de sus simpatizantes pudieran creer ha exigido retiren del aire el popular programa de televisión 'Saturday Night Live' (o al menos el segmento de "humor electoral"), por considerarlo un ataque hacia su persona.
Trump, insiste, en que los medios llevan a cabo una campaña en su contra, pero ¿no es esta una respuesta ante su manera de ejecutar campaña?
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Porque si vamos a los hechos, Trump atacó a Marco Rubio en la preliminares; también "atacó" a Carson. Contra Cruz empleó los peores epítetos, e incluso acusó a su padre de estar implicado en el complot del asesinato a John Fitzgerald Kennedy.
También ha atacado, y de manera grosera, a Lindsay Lohan y a Alicia Machado.
Recientemente ha insinuado que Hillary Clinton usa drogas, y ha acusado a Bill Clinton de violador; paralelamente al surgimiento de varias acusaciones contra él (Trump) por abuso sexual.
Pero ahora el magnate pide respeto contra él ¿En serio?
La personificación de Baldwin enfrentando a su rival demócrata, Hillary Clinton (interpretada por la ganadora de un Emmy, Kate McKinnon) le ha dado un nuevo vigor al debate electoral; ya que al menos ante la poca seriedad mostrada por Trump, el mejor remedio sería una sonrisa.
"Vi el ataque premeditado de 'Saturday Night Live' contra mí. Es hora de retirar este programa aburrido y sin gracia", escribió Trump en su cuenta en Twitter.
Y luego agregó:
"La actuación de Alec Baldwin apesta. ¡Los medios están amañando las elecciones!".
Baldwin, que no es humorista, pero que sin dudas conoce el valor de la sátira política como arma de lucha contra el poder, no dudó en compartir también a través de Twitter, lo dicho por Trump.
El recientemente fallecido Premio Nobel de Literatura, el italiano Darío Fo dijo en una ocasión:
"La sátira es el arma más eficaz contra el poder: el poder no soporta el humor, ni siquiera los gobernantes que se llaman democráticos, porque la risa libera al hombre de sus miedos."
Algo con lo que seguramente tendrá que lidiar Trump a partir de ahora.
Los dejamos con un fragmento de uno de esos "debates" entre Trump (Baldwin) y Hillary Clinton (Kate McKinnon.
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