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Hace poco conocíamos la trágica noticia de la muerte de Carmen Issel Navarro, una de las migrantes cubanas en Colombia que ante la amenaza de deportación optó por atravesar la espesa y peligrosa selva que colinda con Panamá, país desde el cual seguiría rumbo a Estados Unidos.
El compañero de viaje de esta cubana, Addel de la Cruz Uranga, asevera que trató de convencerla para volver a Ecuador, de donde habían partido e iniciado el extenso recorrido, pero ella le recalcó que estaba decidida.
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“Yo le dije que no lo hiciera porque le costaría la vida”, dijo Addel al sitio digital Cubanos por el Mundo.
Ambos se quedaron rezagados en el trayecto debido a las dolorosas ampollas que sufría Carmen desde que entró a la selva. “Estuvimos 13 días en las selva, dos de ellos perdidos por completo, fue gracias a Dios y a los haitianos fue que pudimos comer y llegamos a una aldea india, al día siguiente ella falleció”.
Una fuerte caída que le ocasionara lesiones severas se sumó al asma para finalmente cegar su vida, a causa de un edema pulmonar y una insuficiencia renal. Fue enterrada en la aldea india el pasado 20 de agosto alrededor de las 6 de la mañana.
“Ella sufrió mucho la caminata de la selva por las ampollas, tenía los pies en carne viva, pero ya el último día que íbamos a salir de la selva, se cayó y al parecer eso le afectó los riñones porque comenzó a tomar agua y se infló, retuvo mucho líquido”, relató el cubano al sitio web.
“Ya estábamos prácticamente en Panamá y habíamos caminado tanto para alcanzar el sueño y murió tan cerca”, lamentó Addel, quien asegura continuará su viaje sin importar qué.
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