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En la Fábrica de Arte Cubano (FAC) el domingo 29 de agosto fue ocasión para clausurar la temporada estival, y disfrutar la epifanía histriónica de cuatro actrices: Yaikenis Rojas, Yaité Ruiz, Maylín Castillo y Yordanka Ariosa, recientemente laureada en San Sebastián como mejor actriz por Un rey en La Habana.
Las cuatro mujeres, capitaneadas por el vozarrón imperioso y la presencia regia de la Ariosa, llevan adelante ¿Qué tiras al agua?, un divertimento dirigido por Raúl Martín y con suficientes rebordes reflexivos para que las cuatro actrices no solo interpreten a mujeres víctimas de tremendos desengaños amorosos, sino que también se adueñen de fragmentos de textos clásicos (Aire frío, Electra Garrigó, entre otras) que intentan conferirle cierto vuelo reflexivo y sociológico a la ligereza dominante en esta suerte de pasatiempo escénico.
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Para relatar los conflictos sentimentales de estas cuatro mujeres se confía en grandes canciones, que conocimos en las voces de Blanca Rosa Gil, Elena Burke o Fredy. Pero, por suerte, también se elude la voluntad antológica, artificiosa, en una puesta de este carácter, y se incorporan varias melodías que, quizás, alguien pudiera considerar cursis, pero que ostentan el privilegio de haber emocionado a mucha gente, en tanto representan la eterna tragedia de lo finito y huidizo del sentimiento amoroso.
Hay momentos muy divertidos, casi todos en la cuerda paródica de Mujeres al borde de un ataque de nervios (confluyen los destinos de un grupo de más o menos amigas para intercambiar sus cuentos de abandono y desilusión) de modo que el registro del melodrama y la tragedia salen perdiendo en la contienda ante el avance decidido de los recursos humorísticos, la parodia, la burla e incluso los subrayados innecesarios del chiste callejero y folclórico.
Tal vez, los mejores momentos, en términos escénicos, provienen del bolerón recrimatorio y vindicativo que canta con todo el cuerpo Yordanka Ariosa, el Ne me quitte pas que le permite a la muy versátil Yaité Ruiz enredarse en el cable del teléfono hasta parecer una auténtica instalación performática, y el delirante final, cuando parece que el desconsolado texto de Alberto Cortez es respetado, inicialmente, y de súbite se le incorpora un inventario de medallas, consignas, efectos eléctricos y falacias para tirar al agua.
Hay varios momentos menos felices, y la incomunicación se debe, en primer lugar, al audio deficiente, y a la voluntad por pergeñar canciones y textos clásicos sin preocuparse, todo el tiempo, por un hilvanado temático o conceptual, que confiera mayor sentido a tal canción o mascual parlamento.
No obstante, las cuatro actrices demuestran absoluta capacidad para seducir, buscar la risa y, menos veces, emocionar al auditorio, y las cuatro aprueban con sobresaliente las pruebas de cantar, bailar, e interpelar ingeniosamente al público. El joven actor hace lo que puede para saltar el listón a la altura que se lo colocan, y al menos cuando canta y baila, logra sobrepasar las barreras.
¿Qué tiras al agua? significa una nueva demostración de la capacidad proverbial de Raúl Martín para dirigir actores y actrices, confirma a Yordanka Ariosa, y a sus acompañantes entre los más prometedores talentos de este país (si pueden hacer todo lo que hacen, es difícil imaginar algo que no puedan hacer) y además divierte, sorprende, y hasta es capaz de dejarte con un talante taciturno y preocupado que nunca llega a borrar la conga final.
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