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Los Juegos Olímpicos de Río siguen acumulando escenas de violencia, y en este caso ha tenido como víctimas a Ryan Lochte y otros tres nadadores estadounidenses, los cuales vieron como el taxi en el que viajaban fue asaltado por hombres armados.
El desagradable suceso ha sido confirmado por el Comité Olímpico de Estados Unidos este domingo, según explicó 'The Associated Presss'.
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El portavoz de la delegación norteamericana, Patrick Sandusky, relató que los deportistas de EEUU salieron de la casa del equipo olímpico francés en un taxi que les debía conducir a su residencia olímpica.
El incidente tuvo lugar en la madrugada del domingo tras la final de las competiciones de natación. "El taxi fue detenido por individuos armados que se hicieron pasar por policías, quienes exigieron a los nadadores dinero y otras pertenencias personales", denunció Sandusky.
La buena noticia es que los cuatros nadadores no han sufrido daños físicos y se encuentran a salvo. El entorno de Lochte no ha querido pronunciarse al respecto.
Por su parte el portavoz de los organizadores de los Juegos de Río, Mario Andrada, afirmó conocer la noticia pero no quiso asegurar que fuera un asalto armado.
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