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Río de Janeiro, 13 ago (EFE).- La participación de la selección de voleibol de Cuba en los Juegos Olímpicos de Río ha llegado a su fin tras la derrota por 3-0 ((25-16, 25-14 y 25-16) ante Argentina, cuyo triunfo le vale para acceder a los cuartos de final.
El combinado caribeño se despide de la cita olímpica, con cuatro derrotas, tras fallar en un partido que era decisivo para sus aspiraciones.
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Una situación diametralmente opuesta a la de Argentina que, con la clasificación asegurada, dependía de sí misma a pesar de cosechar una victoria y dos derrotas en las tres primeras jornadas del campeonato. Sus dos partidos restantes contra los dos últimos clasificados del Grupo A, Cuba y Egipto, le han allanado el camino.
El técnico argentino, Julio Velasco, tal vez consciente de la superioridad de su equipo ante los rivales de hoy, optó por preservar a la gran estrella de su equipo, Facundo Conte.
Esta medida no pareció lastrar a los sudamericanos, que en las tres primeras jugadas del encuentro ya estaban el 3-0 en el marcador.
Apenas unos minutos más tarde los isleños, que apenas habían logrado anotar un par de puntos, ya estaban ocho por debajo.
Aprovechando la debilidad de una primera línea defensiva menos contundente de lo que cabía esperar, los cubanos lograron reducir su desventaja, aunque no lo suficiente como para suponer una amenaza para los sudamericanos que acabaron adjudicándose la primera manga con una amplia diferencia.
Heridos tal vez en su orgullo y con la esperanza de no quemar su último cartucho en una competición que no pisaban desde los Juegos de Sydney 2000, los pupilos de Nicolás Vives volvieron a la cancha mucho más combativos.
Osniel Rendón y Liván Osoria anotaban con relativa facilidad para sorpresa de una Argentina que seguía haciendo aguas en la primera línea de defensa y que cometía demasiados errores en la recepción.
Por fin, los sudamericanos, liderados por un buen Ezequiel Palacios, le endosaron a sus oponentes un parcial de siete puntos a cero, con el que parecían querer decir que no se iban a dejar sorprender ni en un solo set.
Ese cambio de actitud llevó a la albiceleste a adjudicarse la segunda manga con una diferencia aún mayor que en la primera, 25-14.
En el inicio del tercer período, Adrián Goide y Rendón pusieron un 0-2 favorable a los cubanos.
Comenzó entonces un intercambio de ventajas entre ambos equipos, hasta que Argentina, que sueña con conseguir en Río una medalla, tal y como hicieron al conquistar el bronce el Seúl 1988, firmó los diez puntos y comenzó a marcar distancias.
Cuando el partido ya agonizaba, una mala caída de Sebastián Solé tras un bloqueo obligó al jugador a abandonar la pista con evidentes molestias en el tobillo.
Este contratiempo no pareció afectar al equipo dirigido por Velasco que, ya con una notable ventaja en el marcador, acabó firmando su segunda victoria del torneo.
El próximo lunes, en la última jornada de la fase de grupos, Argentina jugará contra Egipto, mientras que Cuba encarará su última oportunidad de abandonar el torneo con un victoria frente a Polonia.
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