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Los dos estrenos de Danza Contemporánea de Cuba tuvieron lugar en la Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, y una de las piezas, Las paredes se van, a cargo de Julio César Iglesias, propone una mirada a la emigración a través de temas como la libertad, la inconformidad y la búsqueda de metas y propósitos más altos.
La migración de los cubanos hacia otros países es un tema cardinal en la cultura cubana, en particular las artes visuales, la literatura, el cine y ahora la danza. De modo que todas las disciplinas artísticas se han ocupado, con muchísima frecuencia, de quienes se fueron o se quedaron, y las razones de unos y otros para decidir su vida en la Isla o en el exilio.
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El autor de Las paredes se van, Julio César Iglesias, es un joven bailarín y coreógrafo cubano qie intenta traer a la Isla ademanes actuales de la danza europea, aprendidos luego de sus experiencias en Alemania y Holanda. Iglesias es el coreógrafo autor de exitosas piezas como El Cristal, Restaurante y El paso.
El otro estreno, DCCrama, bajo la dirección del primer bailarín de la compañía Norge Cedeño, intenta instaurar, con el movimiento del cuerpo humano, una búsqueda, un camino de diversidad de opciones en torno a una mirada al mundo desde la danza. Cedeño entregó al público anteriormente la obra Transire.
Además de estas presentaciones, se repuso Reversible, de la coreógrafa belga colombiana Annabelle López Ochoa, que intenta materializar la idea del maestro y director de Danza Contemporánea de Cuba, Miguel Iglesias, respecto a que la compañía debe presentar una oposición de tendencias y estéticas.
Después de recibir la ovación del público cubano en enero y mayo pasados durante sus primeras temporadas de 2016, el conjunto dirigido por Miguel Iglesias pretende irrumpir con nuevas y vigorosas propuestas.
Durante esta corta temporada de verano la compañía repondrá algunos de sus principales éxitos de los últimos tiempos. Desde su fundación en 1959, esta compañía cubana resulta una de las más universales en el panorama danzario nacional e internacional, por la mezcla de varios estilos.
La presente temporada de verano servirá como preámbulo para celebrar en septiembre próximo el aniversario 57 de Danza Contemporánea de Cuba, ocasión en la cual regresará a las tablas el Mambo 3XXI, del coreógrafo local George Céspedes.
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