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La llegada del capital foráneo a Cuba viaja por un camino lento y difícil de transitar, ya que dos años y medio después de inaugurar el megapuerto del Mariel sólo se han aprobado una docena de proyectos de inversión extranjera, a pesar que se han recibido hasta 400.
"Lo que ocurre es que en el Mariel tenemos que desarrollar la infraestructura para facilitarle las inversiones a las empresas extranjeras", aseguró a AFP este viernes el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, en unas declaraciones recogidas por Martí Noticias.
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Desde el gobierno argumentan que la lentitud para urbanizar el enclave industrial del recinto portuario está retrasando el proceso de inversión en el país caribeño.
La imagen de los presidentes Raúl Castro y Dilma Rousseff inaugurando en enero de 2014 el megapuerto ya queda lejos en la retina de La Habana.
La participación del país brasileño en el proyecto ha tenido luces y sombras. Por un lado prestó los créditos para la ampliación del Mariel, mientras que, por otra parte; hace unos meses saltó la detención de Marcelo Odebrecht, empresario encargado de la modernización del recinto; por los delitos de corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación para delinquir.
El panorama 30 meses más tarde es que 400 empresas extranjeras ya han manifestado su interés por invertir, pero se han encontrado con una demóra importante.
"Aunque hay mucha demanda, se ha aprobado un número relativamente pequeño, una docena de negocios, pero esto va a seguir desarrollándose de manera rápida en la medida en que la urbanización del área se vaya avanzando", defendió Malmierca, durante la firma de un acuerdo de cooperación con Francia.
El representante del gobierno de Cuba aseguró que durante su presencia, hace dos semanas, en el Mariel pudo "apreciar los avances que hay en todo este proceso de crear la infraestructura, para que las empresas puedan llegar a instalarse con más facilidades".
La lentitud juega en contra del país en el actual contexto de crisis económica. De hecho los economistas del país caribeño advierten que Cuba necesita entre 2.000 y 2.500 millones de dólares en inversión extranjera directa para poder mantener un crecimiento económico sostenido y desarrollarse.
El problema es que las previsiones financieras para 2016 y 2017 no son muy alentadoras, ya que no auguran un crecimiento que no superará el 1% este año, mientras que en 2017 habrá un decrecimiento del 2,9 por ciento.
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