El líder del Frente Antitotalitario Unido (FANTU), Guillermo Fariñas, envió una carta a Raúl Castro en la que se declaró en huelga de hambre y sed hasta que el Gobierno "diga públicamente que sus opositores no serán más torturados, golpeados, amenazados de muerte, no les serán incoadas causas espurias y no se les confiscarán sus propiedades personales".
Este acto reivindicativo llega después que la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) alertara de un aumento de opositores encarcelados en el mes de junio.
El premio Sajarov hizo pública la misiva, fechada a 20 de julio en Santa Clara, en el blog de la organización a la que representa. Según relató el pasado martes sufrió "torturas estando esposado por efectivos de la Brigada Especial del Ministerio del Interior en la provincia de Villa Clara" cuanndo él y un grupo de militantes iban hacia una unidad de la PNR "para indagar" sobre varios opositores encausados.
Se trata de José Rolando Casares Soto, "encausado falsamente en la provincia de Pinar del Río", y del líder juvenil de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), Carlos Amel Oliva Torres, quien está bajo una "huelga de hambre en Santiago de Cuba".
"Personarse ante un establecimiento del Ministerio del Interior, no es constitutivo de delito según sus leyes vigentes, si no se portan carteles alusivos, se distribuye propaganda al respecto o se grita una consigna contra su régimen, y eso era lo que hacíamos los militantes del FANTU, que fuimos violentamente arrestados", denunció.
Sin embargo, pese a no incurrir en ninguna de estas faltas, los militantes del Frente Antitotalitario Unido fueron "violentamente arrestados".
Para Fariñas los hechos sufridos son una "pequeña muestra de la ola de abusos, terror y violencia, que las autoridades represivas de su gobierno, han desatado hace cerca de 19 meses contra la oposición no violenta, que cívicamente enfrenta al totalitarismo".
En este sentido pronosticó que con esa violencia solo "puede desencadenar una escalada violenta entre cubanos, que derive en una guerra civil", algo que "no desea para su Patria".
En la carta dirigida a Raúl Castro y a la Brigada Especial del Ministerio del Interior se defendió de las acusaciones que lo tacharon de mercenario, asegurando que para serlo debería "estar luchando fuera de su país de origen y servir a una potencia extranjera".
De esta forma aclaró que lucha dentro de Cuba y solo acepta la calificación de mercenario "cuando combatió en Angola y estaba al servicio de la Unión Soviética, una potencia extranjera".
También admitió recibir "ayuda material y financiera de los exiliados anticastristas", pero rechazó que eso puede ser un elemento de crítica por parte del Gobierno, puesto que cuando ellos "combatieron a Fulgencio Batista y Zaldívar, los exiliados les financiaron".
Críticas al yate Granma
El activista también cuestionó "¿de dónde salió el dinero para comprar el yate Granma?, embarcación que les financió el expresidente de Cuba exiliado Carlos Prío Socarrás".
Desde esta perspectiva avisó que "entonces, general de Ejército, si nosotros somos mercenarios, ustedes también lo fueron".
Fariñas pidió a Raúl Castro llevar a cabo una negociación para cumplir la promesa exigida en la carta. "Designe a uno de sus vicepresidentes para que se reúna con una docena de prominentes líderes de la oposición política no violenta cubana, para viabilizar el cumplimiento de su promesa", instó el líder del FANTU.
"Los hago a usted y a su Gobierno responsables de mi vida y de las vidas de todos los opositores no violentos cubanos a partir de este momento", añadió.
No es la primera vez que Guillermo Fariñas lleva a cabo una huelga de hambre, ya que entre el 24 de febrero y el 8 de julio de 2010 hizo lo mismo para protestar por la muerte, también por una huelga de hambre; de Orlando Zapata y para pedir la liberación de 26 presos políticos enfermos encarcelados.
(Imagen de archivo).
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