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La marcha de Reino Unido de la Unión Europea sólo es cuestión de tiempo. La "salida" ('exit') se ha impuesto por más de un millón de votos (concretamente 17.410.472 frente a 16.141.241). Las consecuencias no se han hecho esperar y David Cameron ya ha desvelado que en octubre habrá un nuevo primer ministro, al mismo tiempo que la libra ha caído en picado hasta su nivel más bajo desde 1985.
El resultado sume al país en la incertidumbre y es todo un golpe a la estructura de la Unión Europea, que en los próximos meses deberá de hacer frente a peticiones similares en países como Francia, Italia y Holanda, donde la ultraderecha ya se ha postulado para seguir la senda británica.
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La salida de la UE recibió un respaldo del 52% frente al 48% de la permanencia ('remain'). Los aspectos demográficos de la votación dejan datos reveladores, ya que el 75% de los británicos de 18 a 24 ha votado en contra del Brexit. Mientras que el 58% de las personas mayores de 65 años han optado por votar a favor de salir.
La ruptura de Reino Unido llega 40 años después de su ingreso en la Unión Europea. En 1973 se produjo su adhesión en la conocida, en aquel momento, como la Comunidad Económica Europea (UEE).
En la votación ha habido un nivel de participación del 72%, la cifra más alta de los últimos 25 años. Por zonas el Brexit ha sacado ventaja en el este y norte de Inglaterra, los lugares por excelencia de los laboristas, que han sido decisivos para la victoria. En Londres la permanencia en la UE ha tenido más de medio millón de votos, un nivel parecido al de Escocia, según informaron agencias.
Por su parte, Gales ha optado por salir, mientras que Irlanda del Norte ha preferido la permanencia.
El resultado ha llevado a una caída del euro superior al tres por ciento frente al dólar. Este descenso llevó a los inversores a lanzarse, de forma masiva, a la búsqueda de activos como el oro y el yen.
Las consecuencias de la salida de la UE
A pesar de la luz verde interna a la salida de la UE, ahora Reino Unido tiene que afrontar el peligro que supone sobrevivir sólo con la producción interior. De hecho en Escocia un 62% de los votantes se manifestaron a favor de seguir en la comunidad europea, lo que podría generar presión para un nuevo referéndum.
Asimismo abandonar el concierto europeo costará al Reino Unido el acceso al sistema de mercado único sin barreras y significaría que deberá buscar nuevos acuerdos comerciales en todo el mundo. En este sentido, Obama ya avisó que Gran Bretaña estaría "al final de la fila" para un pacto con Estados Unidos.
Con este movimiento la UE quedará debilitada económica y políticamente, puesto que tendrá que enfrentarse a la salida de uno de sus socios más potentes en el mercado. Además no hay que olvidar que se trata de un país con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y con un ejército potente. La marcha de Reino Unido implica perder a la sexta nación en producción económica.
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