De la peor masacre en Estados Unidos desde el atentado del 11 de septiembre del 2001 a las Torres Gemelas, irrumpe el nombre de Omar Siddique Mateen de 29 años, quien en la madrugada de este domingo mató a tiros a 50 personas y dejó heridas a otras 53 en un club nocturno de Orlando.
Mateen, ciudadano estadounidense que residía en Port Saint Lucie, localidad costera a 200 kilómetros al sur de Orlando, habría sido investigado por el FBI como posible simpatizante del grupo terrorista Estado Islámico, según fuentes oficiales citadas por CNN.
Aunque los federales trataron el caso al principio como un crimen de odio, de posibles tintes homófobos, se dio a conocer hoy una llamada al 911 que realizó el agresor minutos antes de comenzar el tiroteo, donde declaraba su fidelidad al EI.
Al ser contactado por la cadena NBC, el padre de Mateen, Mir Siddique, aseguró que su hijo estaba motivado por el odio a la comunidad homosexual y no por cuestiones religiosas. Sostuvo además que Omar recientemente se mostró molesto al ver a una pareja gay abrazada en el centro de Miami. “Vio a dos hombres besándose delante de su esposa y su hijo y se enfadó mucho”, dijo.
"Estamos pidiendo perdón por el incidente. No éramos conscientes de que estuviese planteando ningún tipo de acción. Estamos en estado de shock al igual que todo el país", añadió Mir Siddique.
Mientras tanto, el diario The Washington Post contactó con la exesposa de Mateen, quien aseveró que el joven nació en Nueva York, pero su familia es de origen afgano. Por entonces, Mateen poseía una pistola de calibre pequeño y trabajaba como guarda de seguridad en un centro de internamiento juvenil.
“No era una persona estable”, dijo. “Me pegaba. Llegaba a casa y me empezaba a pegar porque la colada no estaba terminada o cosas así”. A raíz de los maltratos, la pareja se divorció en 2011.
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