Enrique Molina se sometió a 7 operaciones para encarnar a José Martí

Pese a todo lo que implicaba en términos físicos aceptar este papel, Molina decidió aceptar el reto “No me lo pensé dos veces. ¿Podía aspirar un actor en Cuba a algo mayor: darle mi cuerpo y mi alma a Martí? Estaba convencido de que después de ese momento, me podía morir en paz, tranquilo como actor”

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Este artículo es de hace 8 años

Detrás de una buena interpretación y de la capacidad para desdoblarse de un actor suele haber horas de mucho ensayo, esfuerzo y preparación para dar vida al personaje encarnado.

La de Enrique Molina es una historia de versatilidad y buen respaldo de su público, no obstante, pocos saben hasta dónde es capaz de llegar cuando decide enrolarse en un proyecto profesional.


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Corrían los años 90, cuando el actor Molina, que acababa de protagonizar la miniserie Relatos sobre Lenin, recibió la propuesta de la directora Lilian Llerena de llevar a la pantalla chica la vida del Apóstol y Héroe Nacional cubano José Martí.

Pero para hacerlo el actor no solo debía 'meterse' en la piel del autor de poemarios como Versos Libres, Versos Sencillos o de obras en prosa como las compiladas en La Edad de Oro; debía además adelgazar 25 kilos y someterse a intervenciones para acercar su apariencia física a la fisonomía del Apóstol.

Pese a todo lo que implicaba en términos físicos aceptar este papel, Molina decidió aceptar el reto “No me lo pensé dos veces. ¿Podía aspirar un actor en Cuba a algo mayor: darle mi cuerpo y mi alma a Martí? Estaba convencido de que después de ese momento, me podía morir en paz, tranquilo como actor”, declaró el pasado 19 de mayo a JR Molina.

¿Podía aspirar un actor en Cuba a algo mayor: darle mi cuerpo y mi alma a Martí? Estaba convencido de que después de ese momento, me podía morir en paz, tranquilo como actor

El ya fallecido cirujano William Gil le presentó a Molina el complejo proceso para hacerlo más parecido al poeta, que incluía siete intervenciones quirúrgicas: “Oye, yo no te puedo operar la nariz ahora así de un viaje. Te la tengo que operar en dos partes. Tengo que virarte los cartílagos, mantenerte ahí como 10 meses con los cartílagos invertidos para que se endurezcan y después volvértelos a poner como eran, qué sé yo. Pero, mira, tengo que operarte los párpados, porque Martí era de ojos abiertos; tengo que separarte las orejas, porque Martí era de orejas separadas; tengo que correrte el nacimiento del pelo hacia atrás, porque Martí, mira como tenía las entradas. Tengo que quitarte todo lo que te va a sobrar cuando tú ya termines de bajar las cuarenta y pico de libras”, relató el actor en entrevista concedida a Amaury Pérez en el año 2010.

Molina, estuvo hospitalizado 7 meses y logró perder 42 libras en tan solo un mes.

Sin embargo, tras varias jornadas de intenso trabajo junto a Llerena para caracterizar a un Martí intenso, vital, adecuado a la imagen que cada cubano tenía de él y a punto de entrar en el proceso de casting para seleccionar al resto del elenco del proyecto Molina y Llerena fueron informados de que debían contactar con urgencia con la dirección del ICRT.

El proyecto se cancelaba, les comunicó el por esos momentos presidente del ICRT Ismael González: “Nos acaban de reunir para informarnos que en breve comenzará el período especial y que no habrá dinero ni para hacer medio capítulo”.

Décadas después Molina, quien considera que aún el pueblo cubano no ha recibido una imagen verdadera de un Martí adulto en la pantalla, refiere el difícil momento como un violento trauma: “Algunos se refieren al período especial como aquella etapa angustiosa de tantas vicisitudes, mas en lo personal significó la pérdida de mi más grande sueño: poder interpretar a Martí, tal y como lo había pensado, tal y como lo habíamos trabajado”, ha dicho a JR.

Algunos se refieren al período especial como aquella etapa angustiosa de tantas vicisitudes, mas en lo personal significó la pérdida de mi más grande sueño: poder interpretar a Martí

Pero “es difícil renunciar a lo que en verdad se ama”, ha reconocido Enrique, quien supo sobreponerse a las dolorosas vivencias que el período especial le trajo consigo, y continuó cultivando su pasión y su vocación y obsequiando al público con sus papeles para la pantalla chica y el cine.

(Foto Petí, tomada de Cubadebate)

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Marlén González

(La Habana, 1978) Lic. en Filología hispánica y Máster en Lexicografía. Ha sido profesora en la Universidad de La Habana e investigadora en la Universidad de Santiago de Compostela.


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