El viernes 25 de marzo, en la Semana Santa de 2016, va a ser recordado como uno de los días culturalmente más incoherentes en mucho tiempo.
Si a las tres de la tarde la televisión cubana estaba trasmitiendo una entre los centenares de misas que celebraban la mayor parte de los cristianos, católicos y protestantes, con motivo del Viernes Santo, poco después iba a ocurrir, en los alrededores de la Ciudad Deportiva, el concierto gratuito y multitudinario de un grupo de rock catalogado, alguna vez, como Sus Majestades Satánicas.
Dicen que se trata de una simple casualidad y que las autoridades encargadas de celebrar el concierto rockero no son las mismas que decretaron feriado, en Cuba, este Viernes Santo, y que por tanto no existe ninguna razón para pensar que algún cerebro maquiavélico intenta enfrentar rock y religión.
Pero de todos modos, la balanza mediática se ha inclinado a favor de las mayorías, y los Rolling Stones y su conciertos fueron divulgados a toda hora y por todos los medios, mientras que las misas del Viernes Santo parece que atañen a solo un puñado de creyentes, a pesar de que tales ritos están mucho más vinculados a nuestra historia y cultura que la música rock, y todo hay que decirlo, gústele a quien le guste, y pésele a quien le pese.
Muy poco o nada se ha dicho en ningún medio respecto al Viernes Santo, su significación y trascendencia, sobre todo en cuanto a su mensaje de perdón y reconciliación. Mientras tanto, la televisión nacional retrasmitía sin cesar un saludo enviado por los Rolling Stones, en el cual hablan cual ridículos turistas, destrozando el español, más o manos al nivel de “gustarme Cuba”; “Isla bunita”; “concierto grande”… y otros giros del mal español hablado por miles de yanquis en estampida sobre la Isla.
Para competir y coexistir con el Viernes Santo se ha elegido la música del mismo grupo irreverente y provocativo que fue conocido como «Sus Satánicas Majestades», debido a la salida, en 1967, del álbum Their Satanic Majesties Request, el primero producido por ellos mismos, poco después de que Mick Jagger, Keith Richards y Brian Jones fueran arrestados por posesión de drogas. La tapa propuesta para ese disco, que fue rechazada por la compañía de grabación, mostraba a Jagger desnudo en una cruz.
Por citar solo otro pasaje, en el cual los Rolling Stones evidencian su simpatía por el Demonio, debe recordarse que una de las más populares canciones del grupo fue «Sympathy for the Devil», de 1968, cuya letra asume al Diablo, al Mal Absoluto, como parte de la humanidad, y por ello se les acusó de adoradores de Satanás y se les calificó de mala influencia para la juventud.
Por otra parte, aunque se sepa muy poco sobre ello en Cuba (tampoco es que los cubanos sepamos mucho sobre las supuestas o reales simpatías demoniacas de los Rolling Stones) el Viernes Santo es una de las principales celebraciones del cristianismo, en tanto recuerda la muerte de Jesús de Nazaret.
A media tarde del Viernes Santo (unas pocas horas antes de que ocurriera el concierto de Rolling Stones) la cristiandad cubana conmemoraba, con intensa actividad litúrgica, la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret a lo largo no solo del viernes, sino de toda la Semana Santa, que dio comienzo con el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección.
(Imagen de Granma)
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