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Vinculado durante décadas a la historia cultural y política de la nación cubana, el Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso es el espacio elegido por Barack Obama para dirigirse al pueblo de Cuba
Instalado en el Paseo Martí, o Paseo del Prado, que recientemente fue reparado en algunos de sus tramos, no solo con motivo de la visita de Obama, sino por los preparativos del desfile Chanel en Cuba, el Gran Teatro de la Habana se ubica exactamente en una de las manzanas más céntricas de la capital, entre las calles Consulado, San Rafael, San Martín y Prado.
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A unos pocos metros del Capitolio, del hotel Inglaterra y el bulevar de San Rafael, del Parque Central y su respectivo hotel, la Manzana de Gómez, del cine Payret (ahora cerrado por reparaciones) y por supuesto, del Paseo del Prado, que se inicia justo frente al Teatro y culmina en el Malecón, el Gran Teatro de La Habana preside majestuoso una zona donde se acumulan todos los estratos de la historia de Cuba: colonia, república, etapa revolucionaria.
Tal convivencia armónica de pasado y presente quizás haya sino una de las razones por las cuales el presidente Obama eligió el imponente coliseo para dirigirse al pueblo, este martes 22 de marzo, en un discurso que, según anunció el asesor de seguridad nacional, debe “trazar la visión que tiene para el futuro de la relaciones entre los dos países y lo que desea para el pueblo cubano”.
En la sala con capacidad para unos dos mil espectadores, —ante uno de los escenarios más vinculados a los logros de la cultura nacional antes y después de la Revolución— se instalarán integrantes de la comitiva de empresarios y políticos cubanoamericanos que acompaña a la familia Obama, junto con personalidades y jóvenes cubanos invitados por el gobierno de la Isla.
A la infinita lista de acontecimientos artísticos que han ocurrido en aquel escenario, se añade ahora un suceso histórico, de sesgo político, puesto que el discurso será televisado, en directo, según confirmó el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, y de acuerdo con los medios internacionales el presidente de Estados Unidos reafirmará sus ideas sobre democracia, pluripartidismo y derechos humanos, además de tratar de tender puentes entre la Isla y el numeroso exilio cubano afincado en el sur de Estados Unidos.
Considerada la más antigua institución teatral en activo de América Latina, en tanto fue inaugurado el 15 de abril de 1838 como Teatro Tacón, el Gran Teatro escuchó los aplausos que tributó un público entusiasmado a Sarah Bernhart, Enrico Caruso y Arthur Rubinstein, Alicia Alonso, Anna Pavlova y Antonio Gades, entre decenas de las grandes personalidades del arte de los siglos XIX y XX.
Teatro preferido por la más rancia burguesía criolla, tanto en la etapa de Teatro Tacón como en la segunda etapa, cuando quedó reconstruido y reinaugurado en 1915 por la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Galicia, el Gran Teatro de La Habana se volvió un lugar asequible para todos, (y negarlo sería de una ceguera política propia de fanáticos), luego del triunfo de la Revolución, cuando sirvió de sede permanente al Ballet Nacional de Cuba, y su escenario acogió también óperas, zarzuelas, operetas y conciertos, además de las presentaciones del Ballet Español de Cuba y del Centro de Promoción de la Danza (Prodanza).
El coliseo donde se escucharán las palabras de Barack Obama, televisadas para todos los cubanos y el mundo, renació el 1ro. de enero de este año luego de reparaciones capitales que le devolvieron su antiguo esplendor mediante una inversión de alrededor de cincuenta millones de pesos que restauró vestíbulos, fachada, palcos, el tabloncillo, los salones de ensayos, los telones, el lunetario, la acústica, la climatización y la mecánica escénica. Todo ello se logró preservando el valor patrimonial de la instalación.
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