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Con la final, televisada el último domingo, concluyó la primera etapa del concurso Sonando en Cuba, que pretendió garantizar el relevo en la música popular bailable.
Criticado por algunos en tanto asume un formato internacional globalizado como The Voice y sus numerosos imitadores y sucedáneos, Sonando en Cuba terminó por ganarse el favor de la mayor de los televidentes, aunque se tratara de una copia evidente.
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La triunfadora recibió un trofeo de Alberto Valladares, un tablet con la colección de música cubana, una gira internacional que hará con Paulo FG a Perú, y grabará un CD con doce números y videos clip.
El concurso contó con un jurado de músicos (Larisa Bacallao, Moisés Valle “Yumurí”, y Emilio Frías “El Niño”) que si bien ofrecían siempre idénticos consejos y similares evaluaciones a todos los concursantes, consiguió distinguir un primer y un segundo premio, este último conferido a Rosalía Gómez Hasty, santiaguera que brilló, tanto como la mejor, en la interpretación de "El son de la madrugada, original de Adalberto Álvarez. Este reconocido músico prometió, en pantalla, que la muchacha actuaría en próximo conciertos interpretando la hermosa pieza. En la última emisión del programa", cuyo director general, Rudy Mora, confesó días antes en el espacio televisivo 23 y M, que estaba completamente exhausto por las dificultades y el mucho trabajo que requirió un proyecto cuya magnitud excede la habitualidad de la televisión cubana, se unieron las ganadoras del primer y del segundo lugar, Karen Giselle y Rosalía, en la interpretación del tema del programa con su creador Paulito FG y su orquesta.
Los otros dos concursantes que llegaron a la última competencia, además de Karen y Rosalía, fueron el camagüeyano Raúl Raidel Zalazar, y otra santiaguera, Elizabeth Álvarez Torres. Los cuatro grabarán un CD con RTV Comercial, la empresa productora del programa.
La competencia incluyó 16 concursantes, que resultaron de una selección entre más de 900 aspirantes de todo el país. Centenares de aficionados se presentaron a audiciones ante un jurado integrado por Paulo FG, Leo Vera, Joel Domínguez, Jenny Valdés y Ernesto Ricardo Puente. Los finalistas contaron padrinos seleccionados entre lo mejor de la música popular bailable cubana: José Luis Cortés, Puppy Pedroso, Giraldo Piloto, Lázaro Valdés, Manolito Simonet, Adalberto Álvarez, Cándido Fabré y Samuel Formell. Cada uno de ellos escogió a dos jóvenes.
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