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Yunel Escobar se recarga los domingos. El lunes pasado volvió locos a los lanzadores de Miami, y ayer le repitió la dosis a los de Arizona, en un juego donde volvió a batear de 5-5, esta vez con una empujada y dos anotadas. El tercera base de los Nacionales de Washington tiene ahora promedio de 342 y se ha colado en el quinto puesto entre los más bateadores de la Liga Nacional. También es el séptimo con más hits, con 38.
A parte de Yunel, el único cubano que se destacó anoche fue José Dariel Abreu, quien bateó de 5-3, con dos impulsadas. Mal le fue a Chapman, que volvió a perder por segundo día consecutivo, ahora contra Atlanta. En un juego muy parecido al del domingo (empate en el noveno, tres hits, un wild, una carrera definitiva), Aroldis sufrió su segunda derrota de la campaña y se le embarró un poco más su promedio de limpias, ahora en 1.26.
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Ayer se inició el conteo regresivo para que Héctor Olivera se una finalmente a los Dodgers de Los Ángeles. Según se supo, el camarero santiaguero ya recibió la visa para entrar en Estados Unidos y podría llegar a suelo norteño esta misma semana. De ahí a ponerse el uniforme y salir al terreno debe faltar poco, aunque depende de la forma en que esté Olivera, de cuya calidad nadie duda, pero entre las lesiones en Cuba y la demora en el papeleo, lleva bastante tiempo sin jugar. Si logra asimilarse a las exigencias de su nuevo equipo, pudiera compartir terreno con los ya instalados Alex Guerrero, Yasmani Grandal y Yasiel Puig, y formar la alineación más cubana de las Grandes Ligas.
A propósito de Puig, el jardinero cienfueguero se resintió de su lesión en un juego con la sucursal de los Dodgers, Rancho Cucamonga, donde participó como parte de su rehabilitación. Para saber la gravedad de la recaída, se espera el resultado de la resonancia magnética a la que fue sometido ayer.
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