Corriente de resaca, una causa de muerte por fenómeno natural en Cuba

Las denominadas corrientes de resaca apuntan a ser la primera causa de muerte en Cuba por fenómenos naturales en general, señaló hoy un artículo del diario Granma. Según explicó al rotativo el licenciado Alejandro Adonis Herrera, del Centro de Meteorología Marina del Instituto de Meteorología, se trata de torrentes de agua estrechos y vigorosos originados cerca de la orilla hasta el área donde rompen las olas, que fluyen hacia mar abierto. Las variaciones en la altura y las interacciones entre las olas batiendo a lo largo de la costa constituyen los principales mecanismo que las generan, aunque también influyen en su formación las estructuras construidas por el hombre y los bancos de arena. Precisa el especialista que las mareas parecen intervenir en la formación e intensidad de las corrientes de resaca, tomando en cuenta los cambios que provocan en la profundidad del agua sobre el lecho de arena. Con frecuencia pueden ser identificadas por la presencia de una mancha de arena suspendida en el agua que se desplaza en dirección al mar, aunque pueden transportar además espuma, algas, basura y otros objetos. Las corrientes de resaca son capaces de arrastrar consigo al más experimentado nadador, pues alcanzan velocidades entre uno y dos metros por segundo, rango que resulta mayor en aquellas playas cuyas características particulares propician un desplazamiento más rápido. Nótese que como promedio, los atletas de alto rendimiento en competencias de 50 metros estilo libre desarrollan velocidades máximas de alrededor de dos metros por segundo en piscinas olímpicas. Casi siempre, indicó el experto, los bañistas atrapados en las corrientes de resaca experimentan pánico y agotamiento mientras intentan salir de ellas, que lamentablemente puede conducir a su ahogamiento. Aunque de modo general se desconoce con certeza cuántas personas fallecen anualmente en Cuba a causa de las corrientes de resaca, se estima que de las 152 muertes por ahogamiento que ocurren anualmente en el mar como promedio entre 1987 y 2012, al menos de 65 a 80 fueron causadas por este fenómeno. Si una persona es arrastrada por una corriente de resaca debería controlar el miedo, tratar de mantenerse a flote y dejarse llevar por el torrente hasta donde la velocidad de este decaiga lo suficiente para recuperar el control y poder nadar paralelo a la costa, alejándose del peligro, sugiere el experto. Las corrientes de resaca se activan cuando las olas alcanzan hasta un metro de altura, y resultan más intensas y peligrosas en la medida que estas sobrepasan la referida elevación. A nivel mundial solo Estados Unidos, Reino Unido y Australia emiten pronósticos alertando de la presencia de tan peligrosa situación. El experto opinó que en Cuba debe valorarse un sistema de gestión de riesgo que contemple el pronóstico del potencial de corriente de resaca, su monitoreo permanente y medidas para evitar accidentes, sobre todo en meses vacacionales del verano, cuando miles de personas colman las playas. Fuente: Prensa Latina