Punta se le llama a la lengua de tierra que penetra en el mar. La Punta, donde luego se construiría la fortaleza de igual nombre, está ubicada en la boca de la bahía de La Habana. El 10 de julio de 1555, cuando aún no estaba fortificada, el pirata francés Jacques de Sores pudo atacar y tomar la villa, pasando por esta zona. Asesinaron prisioneros, incendiaron la villa y cargaron con cuanto había de valor, abandonando la ciudad en la madrugada del 6 de agosto. Este acontecimiento provocó que se decidiera fortificar el lugar.
Inicialmente se situaron vigías que avisaban desde allí la presencia de barcos enemigos. En 1558 el ingeniero militar Juan Bautista Antonelli llegó para inspeccionar las defensas de la ciudad. Al año siguiente regresó con albañiles, carpinteros y herreros expertos para construir fuertes en La Punta y en el cerro de El Morro, que se encuentra en el lado opuesto de la entrada de la bahía.
En La Punta se construyó de manera provisional una plataforma para colocar varios cañones y trincheras que llegaban hasta la entrada del monte. No fue hasta 1590 que se comenzó la construcción de la fortaleza, casi al mismo tiempo que el castillo de Los Tres Reyes en El Morro. Ambas fortalezas estaban destinadas a la defensa coordinada del puerto, pues desde sus respectivas posiciones lograban un fuego cruzado.
El 28 y 29 de agosto de 1595 un gran ciclón azotó a La Habana y el mar destruyó gran parte de lo ya fabricado. En septiembre de 1601 se decidió desmantelar la fortaleza y reducirla a una torre plataforma para 6 u 8 cañones con una guarnición de 15 hombres, pero poco después se argumentó su situación estratégica para defender de un ataque por el camino de La Chorrera. Para 1607 se decide continuar la construcción de la fortaleza y el gobernador Gaspar Ruiz de Pereda se encarga de su terminación, concluyéndola en 1609, casi al mismo tiempo que El Morro.
La escuadra inglesa al mando de Sir George Pocock atacó y tomó La Habana en 1762, quedando arrasados los baluartes y cortinas de la fortaleza. Al año siguiente, el gobernador español Conde de Ricla, ordenó la reconstrucción de La Punta, de acuerdo con los planos originales y bajo la dirección de los ingenieros Silvestre Abarca y Agustín Crame.
El castillo posee forma trapezoidal, con baluartes en sus cuatro vértices, y está organizado alrededor de una plaza central. Se encuentra ubicado algo por debajo del nivel del terreno que lo circunda y esto no permite apreciar totalmente su configuración y dimensiones.
En los inicios de la etapa republicana, la fortaleza fue sede del Estado Mayor de la Marina y después de 1959, Escuela de Milicias y sede de algunas dependencias estatales.
La Oficina del Historiador de la Ciudad ejecutó la restauración del castillo a fines de la década del noventa del siglo XX. En ese período se realizaron numerosos descubrimientos arqueológicos, como una cantera al lado del castillo, que al parecer fue usada para su construcción; restos del Cuartel de Ingenieros, en el área exterior, demolido en 1901 durante la intervención norteamericana; un sistema de canales hidráulicos cavados en el lecho rocoso, que conducían hasta la fortaleza las aguas de la Zanja Real; un cañón modelo "Sacre" de fines del siglo XVII, encontrado en uno de los canales hidráulicos; los restos de la Corbeta "San Antonio" hundida en medio de un huracán, en 1909, muy cerca de la fortaleza, que traía un gran cargamento de losas de barro, de las cuales se han recuperado muchas y que fueron utilizadas en la restauración del castillo.
Actualmente funciona como Museo Naval y está declarado Monumento Nacional.
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