Reptiles marinos gigantes, como los pliosaurios, plesiosaurios, ictiosaurios, cocodrilos oceánicos e incluso reptiles voladores, habitaron lo que es hoy la isla de Cuba en el período Jurásico, hace 155 millones de años. Esos saurios poblaron la actual zona occidental de la mayor ínsula caribeña, según dijo al diario Juventud Rebelde Manuel Antonio Iturralde-Vinent, presidente de la Sociedad Geológica de Cuba. Hasta la fecha se han localizado representantes fósiles de al menos cinco ictiosaurios en las montañas de la provincia de Pinar del Río, tanto fragmentos de cráneos como huesos del cuerpo, precisó. En la misma localidad, indicó, se encontraron en los lechos fosilíferos restos de tres ejemplares de cocodrilos marinos, dos de los cuales son fragmentos de cráneos con sus mandíbulas. También fueron descubiertos en las rocas del Jurásico Superior en Cuba cráneos fragmentados, vértebras aisladas o en grupo, costillas, huesos pectorales y una mandíbula de los plesiosaurios de cuello largo, como el Vinalesaurus caroli. Estos últimos, por la fortaleza de su cuerpo y sus largas y potentes aletas Natatorias, deben haberse desplazado desde las profundidades oceánicas hasta las costas, describió el experto. Expuso que de los pliosaurios, como el enorme Gallardosaurus iturraldei, considerados los mayores predadores del Caribe primitivo, fue localizado un cráneo y una mandíbula en la segunda mitad del siglo XX, también en territorio pinareño, y más recientemente se encontró otra mandíbula. Se calcula que en el Caribe primitivo es posible que vivieran los tiburones, pero sus restos no han aparecido en Cuba, aunque en los ecosistemas terrestres de las costas de esa etapa sí existieron dinosaurios, cuyas evidencias aparecieron en 1949 cerca del valle de Viñales, también en Pinar del Río. El investigador describió que en este país la tarea de identificación de las especies cubanas ha sido compleja, puesto que en las rocas de Pinar del Río generalmente se encuentran solo huesos fósiles aislados y fragmentados y solo se recupera la parte del esqueleto protegido dentro de las concreciones de caliza. Aclaró que los restos de las especies encontradas no pueden conllevar a afirmar que son originarios de Cuba porque en aquella época no había nada que se llamara de esa manera, sino que llegaron aquí ya fosilizados, incrustados en las rocas que los atesoran. "Nuestro territorio entonces era parte del fondo del Mar Caribe primitivo y de las costas de Laurasia", acotó. Explicó que Laurasia fue un continente desprendido de la gran masa terrestre denominada Pangea durante la primera mitad de la Era Mesozoica, hace de 230 a 170 millones de años. Fuente: Prensa Latina
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