El pueblo cubano despidió este martes los restos mortales del actor cubano Mario Limonta, fallecido el pasado sábado en La Habana, un día antes de cumplir 89 años.
Las cenizas del reconocido artista fueron trasladadas en una peregrinación popular desde su casa en el edificio Maca, ubicado en Calle 12 #512, entre 21 y 23, en El Vedado, hasta el emblemático Cementerio de Colón.
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Además de amigos, vecinos, admiradores y pueblo en general, personalidades del arte y la cultura cubana estuvieron presentes para rendir tributo a Mario Limonta.
Entre ellos destacaron los actores Jorge Perugorría, Néstor Jiménez, Bárbaro Marín Hernández y Renecito de la Cruz, además de la productora Libia Batista, directivos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), Radio Cubana y la emisora Radio Progreso.
La despedida estuvo marcada por la solemnidad y el cariño del pueblo.
con ofrendas florales enviadas incluso por Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro, además de trabajadores de la Radio y la Televisión, y otras instituciones culturales de Cuba
El acto simbolizó el profundo agradecimiento del pueblo cubano hacia un hombre que dedicó su vida a enriquecer la cultura nacional, dejando un legado inolvidable en la televisión, el teatro y la radio del país.
La muerte de Mario Limonta
Fue el pasado sábado que medios oficialistas informaron que Mario Limonta Louit, uno de los grandes exponentes del teatro, el cine, la radio y la televisión en Cuba, había fallecido en La Habana.
El actor había sido internado de emergencia el jueves y se encontraba en cuidados intensivos.
A lo largo de su carrera, Limonta dejó una huella imborrable con los numerosos papeles que interpretó, especialmente en la televisión cubana, donde se convirtió en una figura entrañable para varias generaciones.
Nacido en Guantánamo en 1936, comenzó su carrera artística en su ciudad natal, como declamador en la emisora radial local.
Su pasión por el arte lo llevó a La Habana en 1955, donde inició estudios de Derecho, pero pronto abandonó esa carrera para dedicarse por completo a la radio.
En 1959, se unió al Circuito Nacional Cubano, que más tarde se convertiría en Radio Rebelde, donde participó en espacios dramáticos que lo pusieron en el radar del público.
Limonta se convirtió en una de las figuras más destacadas de las artes escénicas en Cuba.
Junto a su fallecida esposa, Aurora Basnuevo, conocida como "La Mulatísima", Limonta dejó una marca imborrable en el popular programa radial "Alegrías de Sobremesa", donde interpretaron a los icónicos personajes de Sandalio “El Bolao” y Estelvina.
Otro de los papeles memorables de Limonta fue el del "Sargento Arencibia" en el programa "San Nicolás del Peladero", donde compartió escena con grandes figuras como María de los Ángeles Santana y Enrique Santiesteban.
En 1964, realizó su primer protagónico en el cine, con el filme La decisión, dirigido por José Massip.
A partir de 1967 participó en otras producciones como Asalto al tren central, De cierta manera, El Brigadista, Miel para Oshún y Barrio Cuba, del director Humberto Solás.
Limonta ostenta la Distinción por la Cultura Nacional, otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba.
Obtuvo en 2001 el Premio Paoa al mejor actor de reparto y el Premio Nacional de Televisión en 2009, así como la Distinción Gitana Tropical (2012), otorgada por la Dirección Provincial de Cultura de La Habana.
Recibió el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida (2014), el Premio Nacional del Humor (2016) y recientemente el Sello 65 aniversario del ICAIC (2024) por la obra de toda la vida.
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