Ola de robos de motos eléctricas sacude a Matanzas y genera incertidumbre

Delincuentes organizados actúan en viviendas y la vía pública. La respuesta policial es insuficiente, y falta prevención.

Motorina robada en julio en Cuba (Imagen de Referencia) Foto © Facebook/Yordano Colón Ocampo en Venta de motorina en Las Tunas

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La ciudad de Matanzas, como en otras partes de Cuba, se ha visto afectada por una preocupante ola de robos de motos eléctricas y de otros bienes en viviendas, un fenómeno que ha generado incertidumbre entre los habitantes.

El modus operandi es similar en la mayoría de los casos. En un artículo reciente titulado "Para que no nos roben la tranquilidad", publicado en el periódico oficialista Girón, se ha destacado la labor de la policía en el enfrentamiento a este delito, pero aún así los robos llegan a ser más frecuente que lo que las autoridades llegan a resolver.


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De acuerdo a lo explicado en Girón, los delincuentes ingresan a las viviendas, habitadas o no, principalmente en horarios de noche o madrugada. Utilizan herramientas como patas de cabra o destornilladores para forzar puertas principales, garajes o ventanas.

Se encapuchan y realiza un cuidadoso estudio previo de sus objetivos, marcando las viviendas, observando los hábitos de los propietarios, como la hora en que se acuestan, si encienden luces o las vías de acceso y escape.

Sin embargo, no siempre actúan dentro de viviendas. En otras ocasiones, aprovechan el descuido de los propietarios para sustraer las motos directamente de la vía pública. Así lo confirmaron la primer teniente Elizabeth Estrada Tamayo, instructora penal, y el capitán Yosvany Guerrero Peña, perito criminalista, quienes participaron en la desarticulación de una banda que operaba en los barrios de Matanzas, Pueblo Nuevo y La Playa.

Según los oficiales, esta organización logró operar durante meses antes de ser detenida, tiempo durante el cual se robaron al menos 11 ciclomotores.

Las autoridades han destacado la colaboración ciudadana como clave para resolver los casos, incluyendo la identificación de piezas robadas en talleres. Sin embargo, el hecho de que estas redes puedan operar sin ser detectadas durante largos períodos genera cuestionamientos sobre la capacidad del sistema de seguridad para anticiparse a los delitos, en lugar de reaccionar después de que estos ocurran.

En este contexto, existe una preocupación por la falta de sanciones ejemplares para los responsables y por la rapidez con la que las piezas robadas se integran al mercado, lo que apunta a una posible red de complicidad que va más allá de los ejecutores directos de los robos. Este es un problema estructural que requiere una respuesta más enérgica.

“Lamentablemente, no todos los hechos de este tipo tienen el mismo final. Mientras están los que nunca llegan a saber qué fue de su bien robado, a otros puede costarles lesiones”, reconoce el medio de prensa.

“Estos robos siguen tomando fuerza y pueden terminar en algún asesinato”, dijo una de las fuentes citadas en el artículo, señalando que lo ladrones van dispuestos a todo con tal de cumplir su objetivo.

Según Yulelkis Hernández Bernal, fiscal provincial del Departamento de Procesos Penales de la Fiscalía Provincial, las incidencias de este tipo han aumentado significativamente. Los delincuentes, organizados en pequeñas pandillas, operan mediante estrategias que incluyen alquilar a motoristas, interceptarlos en puntos estratégicos, adquirir el bien robado y luego venderlo.

“La ley es severa al establecer penas para los autores, y tiene que serlo, porque quienes se meten en una vivienda violan un recinto sagrado donde todos debemos sentirnos con seguridad”, explica Hernández Bernal. La fiscal destacó casos recientes de gran connotación, como el robo de una moto en Jovellanos que resultó en el asesinato de un joven, y otro caso en la zona de Buey Vaca, también con desenlace fatal.

Marco legal y severidad de las penas

La fiscal detalla que los robos con violencia, definidos como delitos pluriofensivos que atacan la integridad física y el patrimonio de las personas, tienen marcos penales de siete a 15 años de privación de libertad en su figura básica, llegando a penas de 15 a 30 años, o incluso cadena perpetua en casos agravados.

Entre estos últimos se encuentran situaciones donde hay lesiones graves, participación de menores de edad, uso de armas de fuego o privación de libertad de las víctimas.

Por otro lado, los robos con fuerza, que no emplean violencia física, contemplan penas de tres a ocho años en su figura básica y de cuatro a 10 años si el delito ocurre en viviendas habitadas, llegando hasta 15 años si los moradores están presentes durante el robo.

En Matanzas, la confianza de los ciudadanos en las instituciones está siendo puesta a prueba. Sin un enfoque más preventivo, transparente y coordinado, la sensación de inseguridad podría persistir, incluso si se logran avances puntuales en la recuperación de vehículos. Las autoridades deben redoblar esfuerzos para garantizar que estos delitos no solo sean resueltos, sino efectivamente prevenidos.

Preguntas frecuentes sobre la ola de robos de motos eléctricas en Matanzas

¿Cuál es el modus operandi de los ladrones de motos eléctricas en Matanzas?

El modus operandi de los ladrones en Matanzas involucra ingresar a viviendas, habitadas o no, durante la noche o madrugada. Usan herramientas como patas de cabra o destornilladores para forzar puertas, garajes o ventanas. Los delincuentes se encapuchan y realizan un cuidadoso estudio previo de sus objetivos, incluyendo la observación de los hábitos de los propietarios.

¿Cómo están respondiendo las autoridades ante la ola de robos de motos eléctricas?

Las autoridades han destacado la importancia de la colaboración ciudadana para resolver los casos, y aunque han logrado desarticular algunas bandas, la efectividad del sistema de seguridad para prevenir estos delitos es cuestionada. Se critica la falta de sanciones ejemplares y la rapidez con la que las piezas robadas se integran al mercado.

¿Qué penas enfrentan los responsables de robos de motos eléctricas en Cuba?

Los robos con violencia pueden acarrear penas de siete a 15 años de prisión, extendiéndose a 15-30 años o cadena perpetua en casos agravados. Los robos con fuerza, sin violencia física, contemplan penas de tres a ocho años, que pueden aumentar si el delito ocurre en viviendas habitadas.

¿Qué medidas de seguridad pueden tomar los propietarios de motos eléctricas para prevenir robos?

Para prevenir robos, los propietarios pueden instalar alarmas, candados y sistemas de GPS en sus motos eléctricas. También se recomienda evitar dejar las motos en la calle durante la noche y no descuidar las llaves o dejar las motos sin vigilancia.

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