Las redes sociales no dejan de sorprendernos. Esta vez, el debate se encendió con un video que propone una lección rápida y "efectiva" para evitar que tu hijo se convierta en socialista. La receta, según el creador del video, es simple: manda a tu hijo a limpiar el cuarto y el baño, págale 100 pesos por su esfuerzo y luego quítale una parte "para repartirla entre sus hermanos" que no hicieron nada. La brillante conclusión: "Repite este método a diario hasta que lo entienda".
Los comentarios casi siempre superan el contenido:
La escena, que parece un intento de explicar la redistribución de la riqueza de forma casera, desató una tormenta de opiniones, críticas y, por supuesto, comentarios cargados de humor, ironía y alguna que otra lección de economía política.
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Si hay una frase que se llevó la atención de todos fue la de By_Lily_Official, quien con toda la autoridad que le da su experiencia como cubana, soltó: "Mándalos a Cuba por un mes y se le quita". La "cura cubana" para los hijos socialistas se hizo viral al instante. Y como no podía ser de otra forma, la caja de comentarios explotó.
Pero cuidado con este método. Caropozzo contó una historia contraria: "Mi papá fue a Cuba dos veces. La primera volvió maravillado, la segunda volvió socialista". La respuesta de Alainn_f no se hizo esperar: "Buena historia te inventaste. No te creemos, pero agradecemos tu esfuerzo". Y Warrior_total_ remató con un golpe maestro: "De dónde sacaste esa historia, ni Disney se atrevió a tanto".
Una parte del debate se centró en la diferencia entre "ir de vacaciones" a Cuba y "vivir como uno más". La frase de M.cobiellas lo dejó claro: "No es ir a Cuba a pasear, es ir a Cuba a vivir como uno más (sin beneficios) y luego que cuente". Los turistas ven la Cuba de los hoteles y los cocteles; los cubanos ven la Cuba de las colas eternas y el "ya llegó pero se acabó".
Para muchos, la "cura cubana" podría ser contraproducente. Algunos hijos podrían regresar convertidos en expertos en "planificación estatal" y exigiendo la "sindicalización obligatoria". A otros, como el padre de Caropozzo, podría salirles el tiro por la culata y terminar con un fanático del Che en casa.
Cuba se volvió el ejemplo perfecto para ilustrar todo lo bueno y todo lo malo del socialismo. Para algunos, es la "escuela de la realidad" que todo hijo debería vivir antes de opinar de política. Para otros, es la excusa perfecta para seguir defendiendo el socialismo.
En este universo de analogías fallidas, chistes efectivos y teorías de "cura" ideológica, la lección parece clara: no todo el mundo entiende el socialismo, el capitalismo ni la diferencia entre ir de turista y vivir como un local. Pero hay algo que sí entendemos todos: las redes son el campo de batalla perfecto para ganar "likes" con una frase ingeniosa. Y si todo falla, ya sabes, mándalos a Cuba.
Eso sí, cuidado: no vayan a regresar con la camiseta del Che y la libreta de abastecimiento en la mano.
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