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Un niño fue encontrado el domingo último mientras hurgaba en un contenedor de basura para alimentarse en una esquina de Santiago de Cuba, según denuncias un activista de la ciudad en las redes sociales.
El caso fue divulgado por Yasser Sosa Tamayo en su perfil de Facebook, quien relató que el niño, aparentemente con problemas mentales, vive en Micro 8 junto a su padre, quien padece de alcoholismo.
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Además, identificó al niño como Jesús y explicó que este se encontraba a la vista de varios transeúntes, quienes lo ignoraron mientras hurgaba entre los desechos en busca de comida.
El activista expresó su consternación y describió la escena como un reflejo de la insensibilidad social que afecta a la comunidad: “Solo puede abrazarlo, alejarlo de aquella esquina mal oliente y hacer lo que tenía que hacer con lo que tenía a mano”, indicó en su publicación mientras mostraba al pequeño sosteniendo un par de panes.
“Solo puedo escribir estas letras melancólicas mientras pienso en lo miserable que nos hemos vuelto los seres humanos”, expresó el activista, sorprendido por la indiferencia de quienes no se detuvieron a ayudar al niño.
La denuncia de Sosa expone un problema más amplio relacionado con el desamparo y la falta de atención a los sectores más vulnerables en la sociedad cubana.
La imagen del menor, alimentándose entre los desechos, generó indignación entre quienes conocieron la historia a través de las redes sociales.
Muchas personas lamentaron que la actual crisis económica propicie situaciones de desamparo como esta, criticaron al régimen por no tomar medidas al respecto y elogiaron al activista por su gesto solidario.
Sosa, también reconocido como escritor, ha intensificado en los últimos meses su labor solidaria en apoyo a las personas más desvalidas de Santiago de Cuba.
En junio último, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) publicó un informe que incluyó a Cuba en su evaluación de la nutrición infantil.
UNICEF reveló que el 9% de los niños en Cuba padece pobreza alimentaria grave, lo que significa que solo tienen acceso a un máximo de dos de los ocho alimentos esenciales para una vida saludable.
Según el documento, entre los niños afectados por la pobreza alimentaria grave, cuatro de cada cinco se alimentan principalmente de leche materna y productos lácteos, junto con un alimento básico rico en almidón, como arroz, maíz o trigo.
Apenas un 10% de estos niños consume frutas y verduras, y menos del 5% recibe proteínas de fuentes como huevos, carne, aves y pescado.
Un total de 4,2 millones de cubanos, el 37.8 por ciento de los habitantes del país, sufrieron inseguridad alimentaria durante 2023, según una investigación dada a conocer este jueves por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
El desplome de la producción agropecuaria en Cuba en los últimos siete años, junto con su creciente dependencia de las importaciones de alimentos, ha agravado la crisis alimentaria en la isla.
A esto se suma la reducción del comercio, la caída de los ingresos del turismo y la disminución de las remesas desde el exterior, lo que ha provocado que cerca del 40% de la población cubana enfrente inseguridad alimentaria, según un estudio del Servicio de Investigación Económica (ERS) del USDA.
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